Le Pen y Macron, dos modelos contrapuestos que trascienden fronteras

La primera vuelta en Francia terminó con una leve ventaja del candidato liberal por encima de la hija del histórico dirigente del Frente Nacionalista.

Más de 33 millones de franceses, el 78% del padrón, se acercaron a las urnas para elegir a su presidente. ¿Los resultados? Emmanuel Macron ganó con el 23,43 por ciento de los votos, apenas por encima del 22,27% que obtuvo Marine Le Pen, por lo que todo se definirá en segunda vuelta.

Pero las elecciones francesas tendrán consecuencias que trascenderán sus fronteras, pues las propuestas de ambos candidatos son diametralmente opuestas tanto en diplomacia, política económica, medidas migratorias y en la postura que debe tomar Francia ante la globalización.

Mientras un triunfo de Macron en la segunda vuelta supondría el afianzamiento de la Unión Europea, la eventual victoria de Le Pen sería la carta de salida de Francia de la organización y del euro, lo que significaría un duro golpe luego de la escisión de Gran Bretaña. Todo se definirá el 7 de mayo.

Macron: globalización, fortalecimiento de Europa y apertura comercial

Lo más sorpresivo del candidato liberal fue su meteórico ascenso en la opinión pública por fuera de los partidos tradicionales. Si bien Macron se desempeñó en el gabinete del presidente Francois Hollande, el candidato se presentó con su plataforma independiente “En Marche!” que fundó hace 14 meses. 

De discurso liberal y abierto al proceso globalizador, Macron en política exterior prioriza el sostenimiento de la Unión Europea tras el golpe del Brexit y procura un acercamiento político-económico a Alemania, además de un enfriamiento de las relaciones con Rusia.

Además, el candidato independiente apoya la creación de un parlamento europeo y un mayor caudal de aportes a la Eurozona, lo que constituye una esperanza para el sostenimiento de la unión continental.

En materia económica, Macron prometió una revisión y disminución de impuestos a trabajadores dependientes y a empresas, además de una baja de la plantilla de empleados estatales y recortes en el gasto público, además de proponer una apertura al comercio.

En cuanto a la inmigración, Macron avisó que mantendrá las políticas actuales, en medio de la creciente desconfianza de vastos sectores de la opinión pública a los extranjeros a raíz de los sucesivos atentados del Estado Islámico en los últimos meses.

 

 

Le Pen: un controvertido legado familiar, cierre de fronteras y política bélica

Marine Le Pen, hija del histórico político nacionalista Jean Marie Le Pen, buscará salir de la Unión Europea, abandonar el euro y volver al franco, moneda histórica del país galo.

Su triunfo significaría el resquebrajamiento de Europa, pues también procura un acercamiento a Vladimir Putin, tal como los demás procesos nacionalistas que afloran en Austria, Dinamarca y Grecia.

Su escepticismo a la globalización se manifiesta en su promesa de restringir los beneficios a los trabajadores franceses, en endurecer las políticas migratorias y en adoptar un esquema económico proteccionista.

Si bien tanto Le Pen padre como el Frente Nacional Francés históricamente se jactaron de ser antisemitas, la candidata asegura ser absolutamente "pro Israel".

Por otra parte, su política de seguridad contra el terrorismo consistirá en un robustecimiento del presupuesto del Ministerio de Defensa y la deportación de todo inmigrante que tenga alguna irregularidad en su documentación.

Así, la candidata de extrema derecha afirma estar dispuesta a encabezar una cruzada contra el Estado Islámico, por lo que Occidente entraría en ebullición en caso de que el Frente Nacional gane la segunda vuelta del 7 de mayo.

 

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