Uruguay prevé conectar por ferrocarril a las pasteras con el puerto de Montevideo

Unos ven problemas donde otros ven soluciones. Uruguay enfrenta una de las decisiones sobre economía más importante de los últimos tiempos, y el debate es chato, con acento en obstáculos, en vez de apreciar las oportunidades y encontrar la mejor forma de aprovecharlas.

Hay más charla sobre los problemas que podría generar el ingreso del tren a la ciudad, que respecto al impacto enorme que tendrá la mejora sustancial de la infraestructura, tanto en rutas para el traslado de madera, como en el ferrocarril para transportar la celulosa de la planta industrial al Puerto de Montevideo, y fundamentalmente en descentralización de negocios, y en la generación de actividades asociadas al nuevo proyecto de la finlandesa UPM.

¿Cómo puede aprovechar el país la instalación de una nueva mega fábrica, para que su impacto positivo no se limite a ese hecho, que de por sí mueve la aguja del PBI, como lo han hecho cada una de las otros plantas?

El gobierno y la compañía mantienen negociaciones sobre las condiciones de la eventual inversión, que ambas partes han decidido mantener en reserva para evitar ruido público en la toma de decisiones.

La empresa es una multinacional que cotiza en bolsa y todo lo que diga y haga es visto por los inversores, lo que le exige manejarse con cautela.

En Casa de Gobierno ahora sienten que sí se avanza, y que darán los tiempos para que la obra del nuevo ferrocarril comience en 2018.

El presidente Tabaré Vázquez asegura que no dejará escapar una inversión de magnitud histórica, y que el Uruguay le ha demostrado a UPM que en el país se protege a la inversión extranjera, mediante el cumplimiento de un tratado internacional, con el respeto a las reglas de juego, y con el esfuerzo político de acotar el eventual impacto negativo de otros actores, como las protestas de manifestantes entrerrianos, o desbordes sindicales en el reclamo de derechos.

Los ministros intervinientes en las negociaciones advierten que no es fácil cerrar acuerdos, que no se demora por demorar, sino que hay que ser cuidadosos en cada paso; Vázquez pide a su equipo que las cosas se hagan bien y no a la apurada, pero con la mayor premura posible.

Aparte de la planta, del aumento de capacidad industrial y exportadora del país, el nuevo ferrocarril será en sí mismo un hecho histórico.

Cómo será el nuevo tren

El plan comprende mejoras de la línea ferroviaria de unos 270 km entre Montevideo-Paso de Los Toros y la capacidad de carga prevista para los ferrocarriles es de cuatro millones de toneladas anuales, lo que incluye todas las cargas potenciales.

Para este esquema, los trenes de carga más largos tendrán una extensión de entre 550 y 770 metros y la cantidad máxima de tráfico, incluyendo los posibles trenes de pasajeros y otras cargas, es de 50 trenes por día en el área de Montevideo.

Estamos hablando de trenes que operen en forma constante durante todo el año, y se trata de una línea moderna, con estándar de calidad europeo y basado en las mejores prácticas en la materia, con vías diseñadas para trenes que circulen a una velocidad de 80 kilómetros por hora, aunque eso sea un máximo y no sea necesariamente lo cotidiano.

El trayecto estará basado fundamentalmente principalmente en la antigua línea de ferrocarril, a la que se harán mejoras geométricas debido a requisitos de drenaje, seguridad y velocidad

En el sistema político y en la opinión pública, no se ha tomado conciencia de la oportunidad que se presenta.

El ingreso del tren a la capital muestra un espejo decadente. Hay que ver lo que es el recorrido actual del ferrocarril, el estado de la vía, la falta de señalizaciones. Es como un fantasma que pasa ante la indiferencia popular, como si todo siguiera en 1988 cuando se cortó el servicio de trenes.

Ahora, con el nuevo ferrocarril, las previsiones son de un rol clave en el mantenimiento de esa infraestructura y medio de trasporte, para mantener la eficiencia, la seguridad y el nivel de servicio.

El gobierno y la empresa que estará a cargo de ponerlo en marcha, harán foco en la mejora de la seguridad de los pasos a nivel y eso será con tecnología nueva, desconocida en Uruguay. Algunos pasos serán sustituidos por puentes, otros quedarán cerrados, todo lo que se hará con una reorganización del acceso a la línea que permita facilitar su cruce.

El plan que se están discutiendo en las oficinas del gobierno no está considerando demoras en la espera en los cruces, sino que se basa en optimizar la circulación mediante sistemas modernos de seguridad y señalización. También contemplan en ese diseño, una mejora de la visibilidad del ferrocarril, un vallado del área ferroviaria que incremente la seguridad.

¿Habrá más ruido con un tren entrando tantas veces a la ciudad? Según los trabajos preparatorios, disminuirá el nivel de ruido debido a la construcción de rieles soldados y estructuras aislantes de protección.

Además, habrá campaña de promoción de una nueva cultura de seguridad ferroviaria, lo que comprenderá el uso de caminos peatonales próximos a las vías.Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) analizó la relación de transporte y capacidad exportadora.

En ese trabajo, el gerente del Sector de Integración y Comercio del BID, Antoni Estevadeordal, sostiene que en general se pasa "por alto la dimensión distributiva de los costos del comercio" y afirma que "la reducción de los costos internos de transporte garantizará que América Latina y el Caribe aprovechen al máximo sus amplias oportunidades de exportar y que las ganancias se distribuyan de manera más equilibrada dentro de los países".

Eso, bien hecho, es crecimiento inclusivo

 

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