Conectividad

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) alabó los esfuerzos que han hecho las aerolíneas por conectar a Latinoamérica y afirmó que los países deben mejorar sus infraestructuras y agilizar la burocracia.
"Las aerolíneas han cumplido con sus promesas, que fueron incrementar frecuencias, mejorar la conectividad interna y conectar países que no tenían conectividad, pero la demanda está excediendo la infraestructura que tenemos localmente", reconoció a Efe el vicepresidente para las Américas de IATA, Peter Cerdá.
Construir un nuevo aeropuerto, una nueva terminal o una nueva pista "no se hace en cinco meses", son proyectos que deben pensarse a largo plazo y "con visión de crecimiento", añadió Cerdá.
A juicio del ejecutivo, uno de los pocos países que sí está cosechando éxito en ese sentido es Panamá, donde "el Gobierno y la industria han trabajado como socios" y no han puesto trabas a ninguna empresa. La ampliación del principal aeropuerto panameño, una obra de 800 millones de dólares que ejecuta la constructora brasileña Odebrecht, estará lista previsiblemente a finales de 2018. "La burocracia y los distintos intereses han impedido que otros aeropuertos (latinoamericanos) crezcan tanto como Panamá", lamentó Cerdá, que viajó a la capital panameña para inaugurar la nueva sede regional de la IATA para Centroamérica.
Según la asociación, que representa a unas 265 aerolíneas de todo el mundo, el tráfico de viajeros en Panamá en el periodo 2015-2020 va a experimentar un crecimiento medio del 8,5 %, frente al 5,2 % de Centroamérica y el 3,8 % de Sudamérica.
"La esperanza que tenemos en América Latina es que la clase media siga creciendo y eso provoque que la gente siga viajando y siga teniendo ganas de conocer otras culturas y de hacer negocios fuera", admitió el directivo.
En sus previsiones para este año presentadas el pasado diciembre, la IATA estimó que las aerolíneas latinoamericanas registrarán unas ganancias de u$s 200 millones en 2017, u$s 100 millones menos que el año pasado.
El peor año fue 2015, cuando el sector acumuló unas pérdidas de u$s 1.700 millones, debido principalmente a la situación económica de Brasil, que es un "megamercado", recordó el ejecutivo.
Uno de los negocios que pueden empujar el mercado son las aerolíneas "ultra low-cost", que ya han irrumpido "con fuerza" en la región pero que aún tienen mucho mercado que acaparar, según Cerdá."El ultra lowt-cost va a competir con los autobuses. Su objetivo no son los pasajeros de las aerolíneas de bandera, sino los pasajeros que van en autobús y recorren en 12 horas más de 1.000 kilómetros", explicó el vicepresidente regional de IATA.
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