NO OBSTANTE, DEJÓ LA PUERTA ABIERTA A TRASLADAR EL CASO A SU PAR CLAUDIO BONADIO

El juez Lijo activó la denuncia de Nisman contra Cristina por encubrimiento a Irán

Pidió al fiscal Pollicita cumplir una serie de medidas de prueba, allanamientos incluso. La denuncia del ex fiscal AMIA había sido cerrada dos veces por Daniel Rafecas

El inicio de la actividad judicial tras la feria de verano activó múltiples expedientes en Comodoro Py. Pero el foco estuvo puesto especialmente en uno recién nacido, el que investigará la denuncia que el fiscal Alberto Nisman, cuatro días antes de morir, hizo contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento a Irán en la causa AMIA. El juez Ariel Lijo, que se hizo cargo del caso en el cierre de 2016, ayer le encomendó al fiscal Gerardo Pollicita realizar diferentes medidas de prueba que Nisman había solicitado hace dos años y que nunca se llevaron a cabo.

Lijo dio curso a la denuncia del fiscal, a diferencia de lo que en sendas ocasiones había decidido su par Daniel Rafecas, quien desestimó tratarla. La acusación de Nisman incluye, además de Cristina Kirchner, al ex canciller Héctor Timerman, el diputado nacional y secretario general de La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque, Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, Héctor Luis Yrimia, Luis D Elía, Fernando Esteche y Ramón Bogado. La causa se inició el 14 de enero de 2015, cuando Nisman presentó la denuncia y, tras su muerte, el fiscal Pollicita pidió casi 50 medidas de prueba para abrir una investigación formal.

Se preveía que Lijo impulsara la causa, aunque también se especuló con la posibilidad de que se declarara incompetente y el caso pasara a Claudio Bonadio, quien en su juzgado tiene a cargo una causa por presunta traición a la patria contra Timerman, ya que considera que al conocer la acusación contra los iraníes por el atentado a la AMIA igual firmaron el memorándum de entendimiento.

En ese sentido, Lijo dejó la puerta abierta al cambio de juzgado, ya que postergó una decisión sobre el planteo de Bonadio, quien le reclamó el expediente para anexarlo a la investigación que lleva adelante. "En atención al planteo de inhibitoria efectuado por el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, fórmese incidente y provéase allí cuanto corresponda", resolvió.

Entre las pruebas pedidas por Pollicita el 13 de febrero de 2015 en un dictamen de 62 carillas figuran allanamientos, citación de testigos, cruces de llamados entre los denunciados y otras medidas para intentar corroborar si hubo, por ejemplo, visitas de algunos de ellos a la Casa Rosada en las fechas señaladas por Nisman. En el nuevo escenario planteado desde ahora, Pollicita tendrá que analizar cuáles de estas medidas pueden ser llevadas a cabo a dos años de la denuncia que presentó Nisman.

Nisman había usado como pruebas unas 5000 horas de escuchas telefónicas para establecer que se orquestó un plan para sacar de las "circulares rojas" de Interpol a cinco iraníes acusados de haber planificado el atentado contra la mutual judía. Y señaló que la canalización de esa intención fue el memorandum de entendimiento con Irán, declarado más tarde inconstitucional por los tribunales argentinos.

Pese a estar en las "circulares rojas", los iraníes acusados por el atentado cometido en julio de 1994 en el que murieron 85 personas y hubo cientos de heridos nunca fueron detenidos e incluso las órdenes de captura llegaron tarde, cuando los imputados ya no estaban en los lugares a los que eran requeridos y habían vuelto a su país.

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