Tragedia en los Alpes: el copiloto estaba de baja médica y lo había ocultado

La fiscalía informó que Lubitz rompió y ocultó un certificado médico por depresión.

La fiscalía de Düsseldorf informó hoy que el copiloto que presuntamente estrelló deliberadamente el avión de Germanwings tenía un certificado médico de baja por enfermedad, que había roto y ocultado a la empresa, así como otros documentos que demuestran que estaba en tratamiento por una depresión.
 
Fuentes negaron, en cambio, que en los registros realizados en su domicilio se hubiera encontrado una carta de despedida.

Los fiscales franceses dijeron que creían que Andreas Lubitz, piloto de 27 años de la aerolínea Germanwings de Lufthansa, impidió al capitán volver a la cabina e hizo descender al Airbus A320 a 3.000 pies por minuto.
 
El presidente ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, reconoció el jueves en una conferencia de prensa que Lubitz había detenido de su entrenamiento en 2009, pero no explicó por qué y dijo que no había nada en el historial del piloto que sugiriera que era un riesgo.
 
“Después de que recibió el visto bueno, regresó al entrenamiento. Aprobó todas las pruebas y chequeos con mucho éxito. Sus capacidades de vuelo eran impecables”, dijo Spohr.
 
Pero, citando documentos internos y fuentes de Lufthansa, el diario alemán Bild dijo que Lubitz había tenido depresión y ansiedad y que había sufrido un “grave episodio depresivo” en la época que suspendió su entrenamiento.
 
Es probable que surjan cuestionamientos sobre los procedimientos que aplica la aerolínea para seleccionar a sus pilotos. Y de confirmarse la información del reporte, Lufthansa podría tener que entregar grandes sumas en reparaciones.
 
Normalmente, un acuerdo internacional limita la responsabilidad de una aerolínea a cerca de u$s 157.400 por cada pasajero que muere en un accidente si la familia de la víctima no presenta una demanda, pero la cifra puede subir con un querella si se persiguen compensaciones por daños mayores.
 
El viernes, el primer ministro francés, Manuel Valls, pidió paciencia pero dijo que la aerolínea alemana tenía la obligación de compartir toda la información que tuviera sobre Lubitz con los investigadores.

“Tenemos que esperar al final de la pesquisa. Debo ser cuidadoso cuando se trata de una investigación judicial, pero todo apunta a un acto criminal, loco, suicida que no podemos asimilar”, dijo Valls al canal francés iTELE.

 

FUENTES: AGENCIAS Berlín
 

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