Las nuevas tecnologías amenazan el empleo de más del 50% de los trabajadores

La mitad de los puestos de trabajo de cada empresa puede ser reemplazado por tecnología de sistemas, telemática, robótica o automatización. Uno de cada tres puestos de trabajo ya ha sido sustituido por un equipo, sistema informático o robot. El ejemplo típico son los cajeros automáticos, y las máquinas expendedoras de tickets. Más del 70% de los trámites personales se realizan por Internet. El ejemplo es el home banking. El correo epistolar ha sido sustituido en un 87% reemplazado por todos los medios de comunicación electrónicos visuales, orales, gráficos, fotográficos o fílmicos. El acceso a los sistemas más sofisticados cada vez es más barata, y la relación costo beneficio de los nuevos sistemas está claramente a favor de sustituir personas por sistemas, máquinas automáticas o robots. Muchos de los equipos que hoy tienen un precio de acceso masivo se transformarán en gratuitos por imperio de la necesidad que impondrán las circunstancias. Ya hoy es muy importante la cantidad de servicios sin cargo que cuentan las redes informáticas, las redes sociales, el correo electrónico y la web en general. La tendencia se acelera con el transcurso de los años frente al Estado que asume que muchos de los servicios que ahora son privados se convertirán en servicios públicos, como ocurre en distintas comunidades con la conexión inalámbrica instalada en plazas y lugares públicos de acceso gratuito. En poco tiempo la enseñanza utilizará al 100% la educación a distancia con sus alumnos, monitoreados por profesores virtuales en parte, y por profesores reales en los momentos de la evaluación. Los títulos profesionales, la adquisición de los conocimientos de todo arte, oficio o profesión podrá adquirirse sin cargo por los medios telemáticos que facilitarán las instituciones. El diploma se recibirá en forma virtual por correo electrónico. Las primeras computadoras personales tenían un costo al público en torno de los u$s 15.000, y hoy cuesta un equipo comparable y mucho más eficiente en torno de los u$s 800, y muchos lo pueden recibir sin cargo si contratan ciertos paquetes de servicios. Si bien la desigualdad genera también diferencias de accesibilidad, porque todavía muchos contenidos, servicios y prestaciones tienen costo real, que todos los sistemas y recursos tiendan a costar cero, permitirá que todo habitante que lo desee podrá acceder al conocimiento, podrá estudiar y graduarse de cualquier especialidad. Luego, podrá también mantenerse informado, continuar con el perfeccionamiento de su actividad, y escalar en distintos niveles de grado. Hoy, no solo tenemos títulos secundarios, de grado y de posgrado, sino que ya existen estudios para posgraduados, ya sea en lo que hace a la actualización como a la obtención de títulos que supera a los antes conocidos en calidad, profundidad y detalle de los conocimientos del proceso de modernización y actualización basado en la investigación y el desarrollo de las nuevas tecnologías. Algunos temas serán vitales en el futuro. Hay quién sostiene que gran parte de la administración del Estado y de la Justicia estará en manos de un sistema que resolverá en forma sintética y rápida los conflictos, dejando abierta las posibilidades de revisión. Algo así ocurre hoy con las infracciones de tránsito, las municipales y las faltas menores, administradas por cámaras que filman o sacan fotos, computadoras que establecen multas y direccionan las notificaciones, donde si se paga en forma espontánea la multa se cierra el proceso, casi sin intervención humana.
Jeremy Rifkin, que no fue muy exitoso con su fin del trabajo y sus vaticinios, donde lo que ocurrió desde aquel intento y hasta el actual libro, fue un singular proceso de transformación del trabajo, hoy vuelve con otra megatendencia. Todo será gratuito, todos tendrán acceso a todo, y a lo primero que accederán todos, es a la educación, capacitación, entrenamiento y desarrollo. En su nuevo libro la sociedad de coste marginal cero (Editorial Paidos, 452 páginas, septiembre 2014), reafirma que la energía solar y eólica sustituirá a las fuentes no renovables, y por obra de la infraestructura que dichas instalaciones imponen, habrá una fuerte intervención estatal, combinada la iniciativa privada con la investigación y la construcción de las centrales, que permitirá el libre acceso irrestricto y a costo cero. En otros términos, todos seremos algún día estudiantes investigadores desarrolladores, y la producción de bienes y servicios lo harán los sistemas cibernéticos, la robótica y la automatización sin participación humana. El trabajo solo será la creación intelectual en todos los planos, tanto en la ciencia como en el arte. Cuando ese momento llegue, no existen dudas que el costo será cero.
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