MICHETTI, AGUAD Y SOLANAS SE RETIRARON ANTES DEL FIN DEL DISCURSO

Por Nisman, la Presidenta tuvo roces y cruces con la oposición

Excepto Elisa Carrió, no hubo ausencias notorias aunque algunos legisladres se fueron antes. Bullrich le gritó a la Presidenta que tuvo intercambios con Pinedo y Morales

Con momentos de fuerte tensión entre la Presidenta y algunos legisladores opositores, la última Asamblea Legislativa de Cristina Fernández de Kirchner estuvo signada por el despliegue extremo de seguridad, la ausencia de banderas y papelitos dentro del recinto y la medida presencia de militantes. Con caras serias, y a pesar de haber aplaudido algunos tramos de su discurso, los opositores la acusaron de "negar la realidad" y cuestionaron con dureza sus palabras sobre el trabajo del fiscal Alberto Nisman.
Pese a la pirotecnia verbal de la previa, la oposición no vació el recinto ni tomó medidas drásticas, más allá de los carteles que mostraron Claudio Lozano y Berta Arenas en sus bancas. Reclamaban allí por el atentado a la AMIA, lo que provocó una respuesta airada de la Presidenta (de lo que se informa aparte, ver página 2 y 3). Solamente Gabriela Michetti, Oscar Aguad, Fernando Pino Solanas, y algunos otros se retiraron mucho antes de que Cristina termine de hablar. Elisa Carrió, ya había avisado, pegó el faltazo.
El diputado y candidato presidencial Sergio Massa la escuchó muy serio aunque sobre el final se fue distendiendo. Después de la mitad, incluso, él y sus diputados se permitieron algunos aplausos para las palabras de la Presidenta sobre planes de salud nacionales, ARSAT, YPF y, especialmente, la defensa de los veteranos de Malvinas y el anuncio de estatización de los ferrocarriles. De todas formas, al salir del recinto, el tigrense consideró que en el discurso no estuvieron "las necesidades de hoy" y habló de falta de realismo. También prometió que, si él llegase a la Presidencia, su discurso no duraría "más de media hora", aunque enfatizó que continuaría con las gestiones estatales de Aerolíneas, YPF y los fondos de jubilaciones y pensiones.
El jefe del bloque radical en el Senado, Gerardo Morales, no le sacó los ojos de encima a la Presidenta durante las 3 horas 39 minutos de discurso. Hasta tuvo un pequeño cruce cuando le reclamó "volver al debate" tras una digresión en el discurso, mientras ésta cargaba con dureza contra el Poder Judicial. "Eligió un acto de primordial relevancia para la vida republicana para plantear su pelea con la Corte", planteó luego el senador. Los radicales, con la sola excepción en algunos tramos del ex fiscal anticorrupción Manuel Garrido, no la aplaudieron.
Garrido, de todas formas, consideró que la Presidenta "se dedicó a defenderse de cuestiones personales y tirar cifras muchas veces equivocadas" y lamentó el discurso "confrontativo". Las críticas de la mandataria al trabajo del fallecido fiscal Nisman fueron el tramo más cuestionado de su discurso y motivaron gritos de la diputada de Unión PRO Patricia Bullrich. "¡Respete a Nisman, que no le puede responder porque está muerto!", reclamó la legisladora, según pudo reconstruir El Cronista. Fue en el momento más álgido de la Asamblea, mientras la Presidenta también hablaba a los gritos y los oficialistas la aplaudían y vivaban de pie.
Además, al anunciar la estatización de los ferrocarriles, la Presidenta volvió su mirada hacia el PRO, generalmente contrario a iniciativas de ese tipo. "Preparate Pinedo. Vos, con ese apellido, estatizando los trenes. ¿Cómo te ves?", chicaneó al jefe del bloque de los diputados macristas. Él respondió rapidísimo y le arrancó la carcajada más sonora a todos los presentes cuando, mirando a cámara, levantó los dedos haciendo la V peronista.

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