El financiamiento que se consiga es para administrar desequilibrios

El canje de Boden 15 anunciado el jueves 4 modifica las perspectivas que se planteaban para 2015. Ya no se enfrentan dos escenarios posibles caracterizados por si se logra o no un acuerdo con los holdouts. No se tiene más la urgencia de superar el litigio. Ahora hay un panorama con acceso a los mercados y la posibilidad de obtener financiamiento. Esto por un lado, permitirá una negociación en mejores condiciones para la Argentina y por otro, te brinda la tranquilidad de contar con recursos del mercado.

Pero por otra parte, este también es el peor endeudamiento, no se toma para financiar obras de infraestructura o para estimular el crecimiento, sólo se toma para terminar el año, dejando todas las asignaturas pendientes para quien asuma en 2016. Es decir el financiamiento que se consiga es para administrar desequilibrios, no son inversiones en infraestructura y los problemas no se congelan hasta la llegada del nuevo gobierno.

La posibilidad de seguir accediendo al financiamiento da la chance de llegar a fin de año sin devaluar, sin  tantas tensiones cambiarias y con menos volatilidad. De esta manera, se puede esperar que se liberen  un poco las importaciones en el segundo trimestre y eso va a traccionar un poco la actividad en la segunda mitad del año.

No obstante, se gana tiempo pero se continúan todos los problemas: no se soluciona la inflación, no se apuntalan medidas que generen crecimiento, hay una distorsión fenomenal de precios relativos, se mantiene el atraso de tipo de cambio y un déficit fiscal de casi cinco puntos del PBI en 2015.

Consumo

El cambio de gestión tras las elecciones presidenciales podría derivar en una tibia recuperación sobre finales de año. Aunque la mayoría de sus drivers continuarán incidiendo en forma negativa: el año próximo se verá nuevamente una caída del salario real y difícilmente se registre una recuperación del empleo tras el retroceso de 2014.

Desde la oferta, las perspectivas para los principales sectores productivos no apuntan a un cambio de tendencia significativo. 

Industria

Luego de marcar en 2014 su tercer año consecutivo en terreno negativo (sufriendo un retroceso de 3,5%), el año próximo la industria podría dar cuenta de una leve recuperación. La misma estaría explicada principalmente por la baja base de comparación que dejará 2014. En particular, la producción automotriz volvería a contribuir positivamente, aunque con un muy tibio avance de 1,3%, luego de constituir el principal ‘drag’ de la performance industrial este año.

Situación fiscal

No aguardamos una corrección significativa en materia fiscal, de manera que el rojo de las cuentas públicas volverá a ampliarse en 2015, marcando un rojo récord. De acuerdo a nuestras estimaciones, el déficit primario sin ANSES y BCRA se ubicará por encima de los $260.000 millones (lo que significa un incremento de 68,4% interanual), representando nada menos que 5,3% del PIB (4,1% en 2014). El rojo financiero también indicaría un deterioro (de 40,2%) al alcanzar los $340.000 millones, llegando a representar un 7,0% del producto! (vs 6,5% este año).

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