Una corrección ofensiva del tipo de cambio es el camino a tomar más temprano que tarde

Hoy vemos que el Gobierno actúa de forma consistente con una especie de hoja de ruta o plan que se consolidó con la salida de Fabrega del BCRA. Desde nuestro punto de vista, la decisión de colocar un sucesor propio en la Casa Rosada (Scioli) y rodearlo de cristianismo puro, así como en la provincia de buenos aires (Randazzo); es lo que precede a un plan económico. Es decir, como existe plan político, entonces hay plan económico, que en este caso apunta a la continuidad antes que el cambio (que seria Macri).

La salida ordenada del cepo es inviable sin una corrección del tipo de cambio al tiempo que un acceso fluido a los mercados internacionales de crédito u otra vía que permita el ingreso robusto de divisas que hoy la Argentina no tiene.

Para ello entendemos que o bien se extremaran las búsquedas de fuentes alternativas de dólares, como el mecanismo del swap o la llegada de inversiones extranjeras directas al estilo Chevron, o bien se intentará una salida digna y ordenada para el caso de los fondos buitre. Otra alternativa es una combinación de ambas situaciones.

Paralelamente entendemos que de existir una corrección fuerte del tipo de cambio esto se daría en el primer bimestre de 2015, toda vez que permitiría acomodar las variables antes mencionadas si se desea desarmar el cepo para mitad de año. 

En este caso la corrección del tipo de cambio seria con el Gobierno a la ofensiva, a diferencia de enero de 2014, es decir con reservas (reales o potenciales producto de acuerdos que permitan el ingreso masivo de divisas) y con el margen que otorga hoy el control sobre YPF, ya que si se ajusta el tipo de cambio no es necesario ajustar el precio de los combustibles dado que los mismos tienen un precio que corresponde con un valor de petróleo previo a la caída de las últimas semanas en el valor del crudo. 

Finalmente, la fortaleza que muestra el dólar en el mundo no solo se ve en la caída del precios de las commodities sino también el valor de las monedas, reales, pesos chilenos, pesos uruguayos, hasta euros han perdido valor frente a la moneda estadounidense. Estos elementos también abonan la idea de una corrección ofensiva del tipo de cambio como un camino a tomar más temprano que tarde. 

Todo ello le daría oxigeno a los gobiernos provinciales, vía la mejora de las economías regionales, y la correspondiente recuperación de la recaudación local asociada a la actividad productiva.

En el mismo sentido permitiría que sea Cristina quien recoja el logro conjunto de resolver el tema del cepo, restaurar cierta llegada de Inversiones Extranjeras, encontrar una salida digna al tema buitres, devolver algo del crecimiento perdido (con foco en el segundo semestre) y reactivar políticas de ingreso que la difícil situación fiscal del gobierno hoy no permite llevar adelante.

Lo contrario sería un plan B, el cual buscaría más bien un triunfo de Macri. Y si este fuera el caso, los caminos a tomar por el gobierno sería bien diferentes.

Cierto es que, sea cuál sea el destino electoral, nada parece indicar que Cristina este dispuesta a pagar los costos políticos de las decisiones difíciles como el necesario ordenamiento de las tarifas, algo de lo que todos hablan off the record, pero nadie se anima a poner en valor para informar a los votantes cual sería el aumento en caso que ganen.

Esas malas noticias, el Gobierno dejará que las dé quien lo suceda: ya que sea continuidad o el cambio del modelo, no será la Presidenta la que afronte el costo de aumentar aun mucho mas que hoy, la luz, el gas, el agua o el trasporte.

Al final de cuentas, lo que mandó siempre en este proceso político siempre ha sido justamente la política, y todo indica que así seguirá siendo hasta el último día del mandato de la Presidenta de la nación.

Temas relacionados
Más noticias de Tipo de Cambio
Noticias de tu interés