La mitomanía compulsiva del Indec

Mitomanía, mentira patológica o pseudología fantástica son tres términos aplicados por los psiquiatras para nombrar el comportamiento de los mentirosos compulsivos.

La mitomanía fue descrita por primera vez en la literatura médica en 1891 por Anton Delbrueck. La mentira patológica se ha definido como una invención inconsciente y demostrable de acontecimientos muy poco probables y fácilmente refutables.

Mentir con frecuencia es un síntoma de varias enfermedades mentales. Por ejemplo: las personas que sufren de trastorno de personalidad antisocial utilizan las mentiras sencillamente porque necesitan afecto. Las mentiras suelen ser transparentes y con frecuencia parecen bastante creíbles.

Debido al hecho de que casi todo el mundo se siente incómodo al mentir, la gente intenta por instinto distanciarse de su propia mentira. El FBI descubrió esta pista a partir del estudio de las palabras de los sospechosos que daban falsas coartadas.

Existen varias clases de mentirosos. Algunos de ellos son los románticos, los naturales y los no naturales. El mentiroso natural es alguien que tiene conciencia de que lo es, pero confía en su habilidad ya que lo viene haciendo desde niño (quizás por evitar castigos).

El INDEC

Más allá de los cambios que hoy tienen lugar… ¿cuáles el grado de ética que tienen Ana María Edwin y Norberto Iztcovich? Ellos fueron los encargados del nuevo índice de precios pero, a su vez, fueron los responsables de adulterar durante más de 6 años, bajo las órdenes de Guillermo Moreno y de una forma vergonzosa, las mediciones del INDEC.

El gobierno una vez más anunció una buena medida, pero en la ejecución repite los desequilibrios. No sólo mantuvo a estos ineficientes funcionarios –ahora que sacó a Edwin de la conducción del INDEC dejó ésta en manos de Itzcovich- sino que, además, el nuevo índice no mide la pobreza ni la canasta básica.

Tener índices creíbles y sin adulteraciones es importante para saber hacia dónde deben dirigirse las políticas sociales y económicas y trazar un plan de acción para que en un tiempo determinado, por ejemplo, se termine con la indigencia.

Con estadísticas poco idóneas y funcionarios que son responsables de la manipulación de los últimos años, es muy difícil recuperar la credibilidad que se perdió en los últimos 72 meses.

La mentira patológica es un fenómeno complejo, a diferencia de otras enfermedades mentales. Tiene muchos cambios en la vida del individuo con consecuencias para aquellos que tienen que vivir con la enfermedad. En la actualidad, el individuo se puede curar con ayuda psicológica.

Para volverse creíble, el Gobierno debería optar por nuevos profesionales a cargo del nuevo IPCNu, en donde presente mensualmente los índices de precios, los índices de pobreza, con cuánto dinero debe contar una familia para vivir, el nivel de la calidad educativa en cada una de las provincias; ya que al blanquear la inflación, sube automáticamente los diferentes indicadores sociales.

Si la Presidenta logra este cambio, va a generar una mayor confianza, pero sobre todo vamos a tener un análisis concreto de la situación actual para que todos los esfuerzos estén centrados en la resolución de estos problemas y las políticas públicas se implementen sobre una realidad sin ningún adulteraciones ni mentiras.

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