Golpeada por la devaluación local, Codere pasa a manos de un fondo que litiga contra la Argentina

A través de sus fondos controlados Canyon Capital Finance y GSO Special Situacion Fund, Blackstone, que operó con la deuda del país actualmente en default, se quedó con el el 97,8% del capital de la firma que tiene entre sus principales mercados la provincia de Buenos Aires.

Tras meses de arduas negociaciones y un total de catorce prórrogas desde que se acogió al preconcurso, Codere anunció hoy un acuerdo con el grueso de sus acreedores.

En concreto, la empresa de juego privado llegó a un pacto con el 80,2% de sus tenedores de bonos en euros y con el 88,9% de los poseedores de títulos en dólares para reestructurar su pasivo.

En virtud de dicho acuerdo, pendiente de la autorización de un procedimiento denominado scheme of arrangement (acuerdo judicial de reestructuración) en Reino Unido, Codere emitirá bonos por importe de 675 millones de euros y pedirá un préstamo a los bonistas para canjear los bonos existentes.

Como resultado de ese proceso de canje, los bonistas se quedarán con el 97,78% de capital de la empresa de juego privado, mientras que sus actuales propietarios, la familia Sampedro, verá reducida su participación hasta un 2,22%. Entre esos acreedores, tuvo un rol fundamental el fondo  Blackstone, que operó con la deuda argentina actualmente en default. Blackstone operó en la negociación por la reestructuración a través de sus fondos controlados Canyon Capital Finance y GSO Special Situacion Fund.

La palabra argentina tiene otra entrada en esta historia, ya que parte del rojo de Codere fue generado por su filial en el país debido a problemas de liquidez, provocados por la prohibición de repatriar beneficios que estableció el gobierno de Cristina Fernández, según adujo en distintas oportunidades la firma. La compañía también arguyó que sus operaciones se vieron afectadas por la devaluación que sufrió la moneda local en enero, que le generó una enorme brecha cambiaria con sus compromisos en euros. También sufrió problemas locales en sus bingos y tragamonedas que le representan el 37% de sus ingresos mundiales.

Codere opera 14 bingos en la provincia, en Lanús, San Miguel, La Plata, Morón, San Justo, Mar del Plata, Temperley, Ramos Mejía, Lomas del Mirador, San Martín y Lomas de Zamora.

La CNMV suspendió esta tarde la cotización de las acciones de Codere. Lo hizo cuando sufrían una caída del 12,3%, hasta 0,64 euros por título, en una sesión en la que el valor se ha mostrado muy volátil.

Durante buena parte de la jornada, los títulos de Codere se movieron en terreno positivo, registrando subas superiores incluso al 12%. Una hora y media antes del cierre, el valor experimentó un brusco giro a la baja hasta registrar un descenso superior al 12% en el momento de la suspensión de los títulos, a pocos minutos del término de la sesión.

La suspensión de cotización tiene lugar el día previo a que expire el último plazo acordado entre la compañía de juego y sus acreedores (acumulan 14 prórrogas en la negociación) para llegar a un pacto sobre la reestructuración de su deuda. En concreto, el plazo expira esta madrugada a las 5.00 horas.

Asimismo, se produce al día siguiente de que los rumores sobre un posible acuerdo sobre este proceso disparasen más de un 19% su cotización y llevasen a Codere a comunicar a la CNMV que las conversaciones para reestructurar su pasivo proseguían "sin que a la fecha de dicha comunicación exista acuerdo aprobado por los órganos de la firma, ni la compañía tenga constancia de haberse alcanzado un acuerdo con un número suficiente de los acreedores".

Codere se sumó al preconcurso de acreedores a principios de enero, por lo que el plazo de cuatro meses para llegar a un acuerdo o acogerse al concurso expiraba a principios de mayo. Desde entonces se produjeron las prórrogas en el proceso negociador.

FUENTE: Expansión y Cronista.com

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