Rossi: “Si no cambian las políticas, va a ser difícil evitar episodios de stress cambiario
El ex viceministro de Economía ve “inevitable” una corrección cambiaria. Pero cree que el Gobierno va a postergarla “lo más posible”. Sobre el default, dice: “Soy excéptico, pero la salida está disponible”.
El ex viceministro de Economía Gastón Rossi cree que, con la actual “dinámica inflacionaria, es inevitable que haya una nueva corrección cambiaria”. “Hay señales que te pueden llevar a un escenario de devaluación”, señala, aunque está convencido de que “el Gobierno va a tratar de postergarla lo más posible por el impacto que tiene sobre los precios y el riesgo en término de reapertura de paritarias”.
En diálogo con Cronista.com durante un seminario organizado por la Escuela Argentina de Finazas Personales, el ex secretario de Política Económica durante la gestión de Martín Lousteau en el Ministerio de Economía advierte que “el problema es que ese voluntarismo puede hacer eclosión”.
Rossi resalta que, para reducir la brecha cambiaria -que hoy es de casi el 80%- “hay herramientas que el Gobierno no está usando”. Y menciona: “Una es subir la tasa de interés. Otra es moderar el gasto y bajar la emisión: de acá a fin de año hay $ 100.000 millones que el sector público va a demandar por parte del Banco Central. Y está la posibilidad de acordar con los holdouts. Con eso, el escenario sería muy distinto”.
“Hay un filo de navaja en el que podés caer para un lado o para el otro. En diciembre y enero, el Gobierno tuvo un episodio de stress que solucionó devaluando, subiendo las tasas y cambiando regulación, y a los dos meses la situación cambiara estaba estabilizada”, apunta.
El economista reconoce que entonces había una “secuencia clara” de eventos -los acuerdo en el CIADI, el anuncio de normalización del INDEC, la indemnización a Repsol a precios de mercado y el acuerdo con Club de París- que “convergían con el retorno a los mercados de deuda y en que la Corte de los Estados Unidos al menos extendiera los plazos” del juicio con los fondos buitre, y que eso “ayudó a moderar” el stress cambiario.
“Si uno mira adelante, la salida está disponible”, señala. Pero esa salida es el acuerdo que pondría fin al conflicto con los fondos buitre, algo que muchos analistas empiezan a ver como posible recién cuando cambie el gobierno a fin de 2015 y ante la que él mismo se manifiesta “excéptico”.
Ante la pregunta de si entonces hay que esperar que la brecha y los problemas de paridad sigan hasta 2016, respondió “Si el Gobierno no cambia la política de tasas de interés y la política fiscal, moderando el gasto, va a ser muy difícil que pueda evitar nuevos episodios de stress cambiario”. Y advirtió que “del total de ganancia de competitividad que dio la devaluación de enero, el 80% se evaporó por la aceleración inflacionaria” y que, “ante ese contexto, el costo en términos de empleo y actividad de seguir atrasando el tipo de cambio va a ser insostenible”.