Nota de tapa

La lluvia de inversión extranjera no llega a la Argentina

Mientras América latina se consolida como uno de los destinos más atractivos para los inversores, el país no aprovecha la ola de capitales externos. Un informe de CEPAL señala que la IED creció en 2012, pero los expertos apuntan que se debió a reinversiones forzadas por el cepo al giro de utilidades. La inestabilidad macroeconómica y los excesivos controles, entre las claves.

El Gobierno está embuchado de dólares", declaró esta semana el presidente de Uruguay, José Pepe Mujica, en una muestra más de su inagotable locuacidad. "Acá pasa al revés de lo que pasa en la Argentina: nos tiene podrido la cantidad de dólares que vienen", dijo al ser interceptado por un medio argentino en Colonia el martes pasado.
Unas horas más tarde, en Santiago de Chile, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicaba su informe anual sobre Inversión Extranjera Directa (IED) en la región y repetía el diagnóstico del mandatario uruguayo: América latina disfruta de una lluvia de inversiones récord pero la Argentina se mantiene al margen del aluvión de capitales.
Ante la crisis de los países desarrollados, los inversores apuntaron sus cañones en 2012 a los mercados emergentes. Así lo resumió Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo: "Los resultados obtenidos en materia de inversión extranjera directa dan cuenta del buen momento que atraviesa la economía de América latina".
El año pasado, según la entidad que depende de las Naciones Unidas, la región recibió 173.361 millones de dólares en concepto de inversión extranjera directa. El monto representa una nueva marca histórica e implica una suba del 6,7% con respecto al 2011.
Para la CEPAL la cifra se explica por "crecimiento económico de la región, los altos precios de las materias primas y la elevada rentabilidad de las inversiones asociadas a la explotación de recursos naturales" y cobra especial relevancia en "un contexto internacional marcado por la incertidumbre, donde los flujos mundiales de IED mostraron una contracción del 13%".
Sin embargo, para la Argentina, por el momento se trata de balas que pican cerca: Brasil recibió u$s 65.272 millones y Chile casi triplica el volumen de IED en Argentina, que alcanzó los u$s 12.551 millones en 2012 (ver gráfico). En tanto, Colombia se consolidó como destino en las preferencias de los inversores por sobre la Argentina. Incluso países con un PBI sensiblemente inferior, como Perú, está pisándole los talones al país.
Entre las causas que impiden que la Argentina se convierta en el objetivo final de los inversores extranjeros, los analistas consultados por El Cronista WE coinciden en que el exceso de controles, la falta de confianza y la incertidumbre macroeconómica impiden una mayor entrada de capitales.Señales cruzadasA primera vista, la Argentina parece haber aprovechado la ola de inversiones. El país registró un crecimiento del 27% si se lo compara con el año anterior, (aumentó de u$s 9882 millones en 2011 a u$s 12.551 millones en 2012), lo que le permitió conserva el quinto lugar en el ránking de IED, debajo de Brasil, México, Chile y Colombia.
Pero los economistas y expertos en comercio exterior consultados coinciden en que algunas de las cifras resultan engañosas. Según señala el informe, un 63% de la IED, es decir u$s 7984 millones, correspondieron a reinversiones de utilidades, en un año signado por las restricciones a las empresas para girar dividendos al exterior. "La posición de la Argentina es absolutamente artificial: creció porque se considera como IED la reinversión de utilidades de las empresas que no pudieron girar nada hacia afuera porque Guillermo Moreno no lo permitió", sostiene Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI y ex director de la Fundación ExportAR.
En rigor, la prohibición a las compañías para remitir capitales al exterior entró en vigencia a mediados del 2011 con el objetivo de resguardar las reservas del Banco Central. Así las cosas, dos de cada tres dólares que llegaron al país el año pasado respondieron al efecto Moreno.
Según cifras del Instituto Argentino de Capitales, la distribución de dividendos al exterior se derrumbó en 2012: las firmas que cotizan en la Bolsa repartieron $38.728 millones, un 63% menos que en 2011.
Las compañías habían logrado girar a sus casas matrices unos u$s 4400 millones durante 2011, precisamente el último año que tuvo la Argentina sin restricciones en el mercado. Ya para 2012, con la aplicación plena de los controles, apenas alcanzaron a enviar u$s 225 millones.
A pesar de los menores pagos de deuda previstos para este año -que habían ilusionado al sector privado con una posible flexibilización del cepo-, lo cierto es que el giro de dividendos al exterior continúa restringido.
De todas formas, el informe de CEPAL destaca que las reinversiones de utilidades han ido adquiriendo una importancia cada vez mayor en los flujos de IED recibidos por la región en la última década.
En tanto, los expertos señalan que la inversión genuina es aquella que hacen las empresas extranjeras a sus filiales locales. Y el ingreso de esos nuevos capitales se redujo en 2012: según el informe los aportes de capital cayeron un 9% y rondaron los u$s 3708 millones.Tsunami de inversionesSi el flujo de inversiones récord en Latinoamérica durante 2012 se consideró una ola de dólares, lo de América del Sur en particular fue un verdadero tsunami. Siempre según las cifras de la CEPAL, el 83% de la IED total, unos u$s 143.831 millones, tuvieron destino sudamericano. Sin embargo, apenas el 8,7% de esa inversión llega a la Argentina.
El economista José Luis Espert compara los niveles de IED con el tamaño del PBI de cada país y ensaya su propio ránking: considerando esas dos variables, los de mejor desempeño son Chile, Perú y Uruguay. En cambio, Argentina y Brasil se ubican en un mediocre sexto y séptimo puesto respectivamente. ¿El peor de la región? Ecuador.En materia de IED, Argentina está por debajo de Colombia, que tiene un PBI 30% más chico y casi igual que Perú, que tiene un PBI 139% menor, señala Espert en diálogo con WE.
En la misma línea opina Carlos Melconian: En términos relativos contra el resto de la región la Argentina tiene por delante países con PBI muy inferiores, sostiene. De hecho, el caso de Perú pega en el palo, porque en muchas publicaciones ya está por encima de la Argentina, agrega el economista respecto a la pujante economía peruana, cuya brecha con la argentina se redujo de 20% en el 2011 a 2,5% en el 2012.
Mientras los dólares siguen lloviendo en los países vecinos, la pregunta se cae de maduro: ¿Qué le impide a la Argentina aprovechar el constante flujo de inversiones extranjeras que apuntan a los mercados emergentes? O bien, para plantearlo de otra forma: ¿Porqué los inversores prefieren llevar sus dólares a países vecinos?
Las razones, esgrimen los analistas consultados, son tanto estructurales como coyunturales. Para el referente en comercio exterior de la consultora Abeceb.com, Mauricio Claverí, desde hace una década que el país no resulta atractivo para los inversores. Tiene que ver con los constantes cambios en las reglas de juego, la incertidumbre por la presión fiscal, por la posibilidad de que se aumenten los impuestos. Pero, sobre todo, con no poder proyectar negocios a largo plazo, explica.
Por su parte, Elizondo señala que desde la llegada del kirchernismo al poder la Argentina tiene un marco jurídico y normativo de referencia para la inversión muy estricto y regulativo.
Respecto al escenario actual que enfrentan los potenciales inversores, Claverí sostiene: Hoy la coyuntura claramente desalienta al inversor: la política cambiaria, la imposibilidad de entrar insumos importados y el cepo al giro utilidades son algunos temas que afectan a las empresas. Y agrega: No hay que dejar de tener en cuenta que la economía argentina está creciendo poco y eso simplemente la hace menos atractiva a los ojos de los inversores.Vale y compañíaLos casos de compañías que últimamente se mostraron reticientes a desembolsar sus dólares fronteras adentro abundan, pero quizás el más resonante haya sido el de la minera Vale. Con su decisión de irse del país, el gigante brasileño desistió de invertir u$s 6000 millones y dejó sin trabajo a más de 6000 empleados que iban participar del megaproyecto en el sur de la provincia de Mendoza.
En tanto, a pesar de que el flujo de IED aumentó su participación en las cuntas del país, los expertos aseguran que continúa siendo bajo, ya que los u$s 12.551 millones apenas representan el 2,3% del PBI y se encuentran por debajo de la media regional. La relevancia de la IED en la Argentina es mucho más baja que lo que debería ser. De hecho la participación en el PBI viene bajando año a año. Lo cual es un dato serio porque la Argentina tiene una tasa de inversión y de ahorro interna muy baja, remarca Elizondo.
Un dato que ilustra la relevancia de la IED en la Argentina: según las últimas cifras disponibles del INDEC, de las 500 empresas más grandes del país -que representan el 23,2% del valor agregado total de la economía- unas 322 son de capitales extranjeros.
Respecto a las posibilidades de que la Argentina vuelva a convertirse en un destino más deseable para los capitales extanjeros, Melconian es tajante: En el actual contexto económico, para el Gobierno kirchnerista la entrada de IED es un proceso terminado y condenado, sostiene. Y concluye: El enfoque de la inversión extranjera, y lamentablemente también la local, está buscando el punto de inflexión en el que se produzca formalmente la idea de que esta administración se termina en el 2015. z we
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