La verdadera lección de Vietnam está fuera de los hoyos

Más que las postales turísticas que registraron el paso de Cristina Kirchner por Vietnam, sus fotos sonrientes en los hoyos de la guerra o las desafortunadas comparaciones entre Ho Chi Min con San Martín y Belgrano, la verdadera lección de ese país del sudeste asiático es su resurgimiento económico y social.

Vietnam dejó atrás la guerra civil, promovida por la competencia geopolítica y bélica que entonces mantenían los Estados Unidos con la Unión Soviética. Y emprendió la reconstrucción de su país sepultando los odios, abriendo sus mercados, alfabetizando al 95% de su población y convirtiéndose en una de las nuevas potencias de una de las zonas con mayor crecimiento del planeta.

El nuevo Vietnam tiene 100 millones de habitantes; un PBI que crece entre el 6 y el 8% anual; inflación controlada y ha pasado de aquella evacuación sangrienta de 1975 en Saigón que inmortalizaron el cine y la literatura a un acuerdo bilateral reciente con EE.UU. para terminar de limpiar la contaminación del napalm que mató a 400 mil vietnamitas. Entender cómo sobrevivieron y cómo construyen día a día su futuro es tan importante como los acuerdos comerciales que puedan conseguir los dirigentes argentinos que integraron la misión que encabezó la Presidenta.

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