Menos dólares y más controles

En economía, como en la vida, si de algún lugar no te dejan salir, después no volvés a entrar.
Vamos a suponer la siguiente escena cotidiana: un amigo al que no ve desde hace mucho tiempo lo invita a cenar un viernes a las 21.30. Ud. acepta a pesar de saber que como todo viernes tiene una jornada de trabajo complicada. Por supuesto, acorde a los códigos urbanos argentinos, llega a las 22.
Luego de cenar y conversar, ya se hizo la 1 de la mañana y naturalmente la velada comienza a languidecer y usted amaga con el tradicional ¡¡Bueno...!!, dado que está cansado y lo importante ya paso.
Pero ante el amago, su amigo le ofrece un lemonchelo y le sigue conversando. A las 2 de la mañana, vuelve con el intento de.....¡¡¡ Buenoooo!!!
Pero su casi ex amigo, nuevamente le insiste que se quede y le sirve algo más para tomar. Así sigue la reunión, donde usted piensa más en irse que en quedarse. A las 3 y media el anfitrión se va al baño, situación que aprovecha para escabullirse y partir rumbo a su casa.
Al día siguiente su amigo lo llama y le pregunta qué pasó que se fue. Luego de dar una explicación mentirosa de rigor, lo invita a comer esta noche y así continuar con la charla. Obviamente se vuelve a imaginar la escena de estadía eterna y elegantemente rechaza la invitación. Porque si no lo dejaron salir una vez, usted no desea volver a entrar.El amigo y el GobiernoEste pequeño cuento se puede trasladar a lo que sucede hoy con el dólar. Como no me dejan sacarlo, usted y otros no vuelven a traerlo.
Lo que está sucediendo actualmente es que casi ya no entran más dólares en la Argentina de manera voluntaria. La única forma de que ingresen dólares es obligar a los que exportan a que los traigan cuanto antes y a los que quieren salir cerrarle no solo la puerta, principal y de servicio, sino una a una, todas las ventanas.
En los últimos meses la única forma de ingreso de dólares es el superávit comercial y con ese único ingreso hay que cumplir con todos los compromisos externos, léase: importaciones (siendo creciente las de combustibles y energía), pagos de deuda externa, el turismo argentino al exterior, etc.
¿Gracias? al cierre de las importaciones, principalmente en bienes de capital, el superávit comercial en los primeros 7 meses acumula u$s 8200 millones, u$s 1900 millones más que el año pasado. A pesar de ello, las reservas cayeron en 1500 millones. Es decir que el parate en las importaciones, que tiene como consecuencia la fuerte caída de la actividad, generó un superávit comercial que no alcanza para acumular reservas.La paradoja del controlVolviendo a nuestro ejemplo, se ponen controles para que los dólares no salgan hoy, pero lo único que se logra es que no entren mañana. Como la entrada se reduce y la salida siempre tiene algún agujero, entonces se ponen más controles que asustan aun más a quienes estarían en condiciones de ingresarlos, y así se torna en un círculo vicioso. No hay forma sustentable de evitar que los dólares se vayan. Hay que cambiar de óptica, hay que hacer cosas para que entren.
Lo que tanto se le critica a Europa del ajuste permanente, es decir tratar de conseguir mejorar las cuentas fiscales bajando el gasto y no reactivando la economía, es lo que se hace con el dólar en Argentina.
Se cree que el problema está en la salida, cuando el problema está en la entrada.Las vacaciones presionanEs esperable que las restricciones sigan creciendo hasta fin de año y más aun entre octubre y noviembre, dado que en esa fecha se definen las vacaciones y las familias argentinas de clase media comienzan a hacer los cálculos de si les conviene ir al exterior o veranear en el país.
De seguir creciendo el atraso cambiario, el aumento que ya existe de viajes al exterior crecerá y el ingreso de turistas extranjeros bajará. Situación que ya se presenta acorde a los últimos datos turísticos, que la entrada de extranjeros cayó un 6% mientras la salida de argentinos subió un 26%. Esta tendencia tenderá a agravarse en la medida que los precios argentinos son cada vez más caros en dólares. Por lo tanto es muy probable que el Gobierno imponga una nueva restricción para esa fecha o antes.Retraso y cepoEs ya evidente que la alta inflación de la economía local, está generando un fuerte retraso cambiario, no solo con EE.UU., sino con los países latinoamericanos.
Mientras el retraso cambiario siga creciendo, más restricciones y más cepo serán necesarios para evitar la salida de dólares. Y, por lo tanto, menos libertad para decidir qué hacer cada uno con su propio dinero.
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