Con el perfil argentino de siempre

Frente a tantos vinos concentrados que ofrece el mercado, algunos tintos locales siguen conservando el perfil tradicional argentino dando como resultado ejemplares que priorizan la elegancia antes que el impacto y el dulzor.

La Argentina y sus bodegas parecen hoy una fábrica desenfrenada de vinos de alta gama. Establecimientos grandes y chicos, sin distinción, lanzan etiquetas súper premium, de tres cifras la botella, sin un minuto de descanso. Blends o varietales, de zonas puntuales (Single Vineyards) o assamblages de distintos terruños salen a la venta y pujan por ocupar lo más alto de las góndolas.
Hay que decir que gran parte de ellos son consistentes, ostentan una calidad impecable, por lo que no hay nada que conjeturar sobre este aspecto. Aunque sí sobre algunos otros. Un punto clave, al que no se le ha dado la relevancia que amerita, es el perfil de esos vinos. No hay, de hecho, un debate serio en la industria acerca del estilo de los ejemplares de alta gama, que a veces, muchas, parece monótono. Los tintos top de las bodegas argentinas son prácticamente en todos los casos súper concentrados, de estilo moderno, maduros al extremo, con largas crianzas en barricas de roble y con mucho alcohol. Es, según se dice, "lo que pide el mercado".
Pues bien, quienes no pertenezcan a "el mercado", y busquen vinos de alta gama que se escapen al menos en algo del ímpetu frutal, del dulzor, de la súper estructura monolítica de concreto y del impacto, tienen algunas otras alternativas (no muchas tampoco). Hablamos básicamente de los vinos tradicionales, tintos más amalgamados y tranquilos, con menos madurez de fruta, más austeros y verticales. Vinos old style que no es necesario intelectualizarlos ni pelear contra la densidad, sino beberlos con placer, disfrutando de su elegancia y su frescura.
Aquí, cinco ejemplares de este estilo para no perderse.

* Luigi Bosca Finca Los Nobles
Cabernet Bouchet 2007
Pasan las cosechas y esta etiqueta sigue siendo un ícono de lo que los Cabernet Sauvignon (en este caso con algo de Cabernet Franc) elaborados con sensatez pueden dar en la Argentina. Un tinto señorial, especiado y de gran tipicidad varietal, además de franco y muy honesto, con gran estructura pero nada de astringencia. No es un vino estrictamente de vieja escuela, pero sí encantadoramente tradicional.
93 puntos

* Weinert Estrella Malbec 1994 (Cavas de Weinert)
Un vino de neto corte tradicional, de aromas algo minerales y alocados. Se crío durante muchos años en toneles grandes de roble y eso le dio un bouquete diferente al de los vinos de hoy día. Es un tinto con nervio y tensión, con taninos maduros, al mismo tiempo que fresco y fluido. Gran complejidad que amerita beberse con comidas.
92 puntos

* Carmelo Patti Malbec 2007 (Carmelo Patti)
Un espectáculo sus notas a cacao y vainilla que seducen desde el principio, ya que su paleta aromática entera está en armonía. Un riquísimo Malbec old sytle de impecable acidez, equilibrio y un toque austero que le suma sensación táctil en el paladar. Un vino diferente y de gran personalidad. Compre sin dudarlo.
92 puntos

* Montchenot Gran Reserva 2001
Es poco lo que se puede decir de este vino que lleva años siendo un éxito en el mercado local. Terso, suave, genuino, fue criado por casi una década en toneles de roble que le aportaron su tan característica personalidad. De aromas mustios y paladar redondo, sin aristas de ningún tipo. Es todo placer.
91 puntos

* Aleph Cabernet
Sauvignon 2004
Que bueno que sigan saliendo en el mercado local este estilo de vinos sin madurez excesiva, sin tanta madera y sí con mucho carácter e ímpetu. Un vino austero, casi recio, como se hacían los tradicionales tintos locales; con mucha frescura y muy bebible. Tanto, que en una cena no alcanza una botella para dos personas.
91 puntos z we
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