TIENE 23 AÑOS, JUEGA EN LOS KNICKS Y ES EL BOOM DEL MOMENTO

Radiografía de Jeremy Lin, la joya que llegó para salvar el negocio en la NBA

Californiano de origen taiwanés, su irrupción le permitió a la mejor liga de básquetbol reinsertarse en el mercado asiático y dejar atrás el lockout que postergó su inicio.

Aquel lockout de seis meses que puso en riesgo el inicio de la NBA dejó resentido al principal campeonato de básquetbol del mundo. Gran parte del negocio que gira en torno a la pelota anaranjada se resquebrajó y las pérdidas fueron millonarias. Solamente un apellido nuevo que generara un sacudón mediático hacía posible imaginar un repunte económico. Y, de repente, en cuestión días, la fórmula mágica llegó y se resumió en apenas tres letras: Lin.

De 23 años y con un pasado intrascendente en Golden State Warriors, Jeremy Lin reactivó el circo de la NBA en menos de un mes, a partir de una mano prodigiosa y de un cuerpo atlético que lo transformaron en la gran figura de la nueva temporada. Base de 1,91 metro de altura, puso a los New York Knicks en el centro de la escena después de mucho tiempo, con actuaciones resonantes como los 38 puntos que les convirtió a Los ngeles Lakers del ya mítico Kobe Bryant hace apenas diez días.

La irrupción de Lin fue vertiginosa, al punto que a fines de enero jugaba la "Development League", la segunda en relevancia, para el Erie BayHawks, filial de los Knicks. Sin embargo, las lesiones de Amare Stoudemire y Carmelo Anthony le hicieron lugar y él brilló. A partir de su éxito, la NBA reforzó su alicaída imagen y, de paso, ingresó de nuevo de lleno en el mercado asiático tras el retiro del chino Yao Ming. Lin es californiano, pero sus padres son taiwaneses, transformándose así en el primer estadounidense-taiwanés en jugar en la NBA.

Casi todos los núimeros que deja la denominada "Linsanity" son sorprendentes: por ejemplo, en eBay un fanático vende un autógrafo suyo a u$s 68.800, mientras que en la reventa los precios promedios de los partidos que juegan los Knicks casi se cuadriplicaron, pasando de u$s 92 a u$s 317. Forbes.com calcula u$s 14 millones como precio de la marca Lin, aunque ya prevé que de aquí a la próxima temporada esa cifra pasará a u$s 150 millones. En Twitter es donde más se advierte el boom del crack del equipo neoyoquino, ya que en una semana sus seguidores pasaron de 82.000 a 210.000, sobre todo asiáticos de todos los países posibles.

Los Knicks también sienten el impacto en sus finanzas: por año le pagan a su novato poco más de u$s 700.000, pero desde que surgió sus ingresos mejoraron a razón de u$s 10 y 20 millones, acumulando al año casi u$s 300 millones. Su camiseta es la más vendida y él, el más buscado, y hasta el Madison Square Garden, sede de la franquicia neoyorquina, advierte la llegada del nuevo talento. Sus acciones luego de un partido memorable de Lin subieron un 3,8%. Un auténtico diamante en bruto que todos quieren disfrutar.

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