El país de las maravillas

Famoso por su civilización antigua y sus monumentos, Egipto es un mundo aparte en el cual pirámides, sarcófagos y uno de los ríos más largos del mundo forman parte de la cotidianeidad.

En el extremo noreste de frica se sitúa la República rabe de Egipto. La mayor parte de su superficie la integra el desierto del Sahara, sólo habitado en torno a los oasis y su capital, El Cairo, una de las más pobladas del mundo.
Este país es reconocido como uno de los destinos turísticos preferidos a nivel mundial por sus monumentos y rastros de la civilización antigua presentes a lo largo y a lo ancho de su territorio. Actualmente, es uno de los centros políticos y culturales más famosos de Oriente. A continuación, una guía para conocer un país con verdaderas maravillas.

Hurghada: situado a orillas del Mar Rojo, este puerto pesquero es un destino ideal para los amantes de los deportes náuticos como buceo, snorkelling y los paseos en barco.

El Cairo: no se puede conocer un país sin visitar su capital. En este caso, se trata de una de las ciudades más pobladas del mundo (más de 17 millones de habitantes) con sabores, olores y costumbres tan particulares como encantadoras.

Río Nilo: sin duda, un viaje a Egipto no estaría completo sin navegar por el río Nilo. A través de un crucero, por sus aguas se pueden apreciar las bellezas tanto naturales como arquitectónicas.

Barrio de Zamalek: es uno de los lugares más emblemáticos de El Cairo. Además de los grandes centros comerciales, vale la pena visitar el Museo de Arte Faraónico, donde se exhibe una colección de miles de objetos como esculturas, sarcófagos y antigüedades.

Pirámides de Giza: en las afueras de la capital y con casi cinco mil años de historia, Keops, Kefren y Micerinos constituyen la única de las originales siete maravillas del mundo que ha llegado a nuestros días.
Karnak: en el centro de la ciudad de Luxor (antigua Tebas) se alza uno de los mayores complejos de templos de la Antigüedad. Es imperdible visitar la sala hipóstila, entre decenas de columnas enormes totalmente grabadas.

Templo de Luxor: situado a poca distancia del anterior, al cual estaba unido por una avenida de esfinges o dromos. Su puerta principal estaba flanqueada por dos hermosos obeliscos. Uno de ellos se encuentra ahora en el centro de la Plaza de la Concordia, en París.

Valle de los Reyes: en la otra orilla del Nilo, en esta impresionante necrópolis fueron enterrados casi todos los faraones del Nuevo Imperio junto a sus tesoros. Aún hoy los arqueólogos siguen excavando con la esperanza de encontrar nuevas momias.

Colosos de Memnon: en esta misma orilla del Nilo, se levantan dos enormes estatuas de piedra, que representan al faraón Amenhotep III, situadas en la ribera occidental del Nilo. Dos de las construcciones más imponentes de Egipto.

Templo de Hatshepsut: es un hermoso complejo de terrazas y salas excavadas en la roca que perteneció a la nieta, hija y esposa de faraones, la reina Hatshepsut. Si bien fue una faraona pacífica, llevó adelante varias campañas militares. z we
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