"Sanz no es Superman, pero tiene capacidad de conducción y liderazgo"

Figura emblemática del alfonsinismo y hoy virtual jefe de campaña de Ernesto Sanz, Jesús Rodríguez, dice que el mendocino es el mejor candidato para competir con Cristina. Y que luego de las internas, los radicales confluirán todos detrás del ganador. Confía en el apoyo de Carrió en un ballotage.

Ex joven radical de la primavera democrática, ex ministro de Economía de Raúl Afonsín a los 33 años, experto en Relaciones Exteriores y cuadro político respetado del partido centenario, Jesús Rodríguez eligió en las últimas décadas el segundo plano, pero reapareció para ser el virtual jefe de campaña del mendocino Ernesto Sanz.

¿Volvió o nunca se fue?

Nunca me fui. Mi compromiso partidario siempre estuvo presente.

¿Por qué apoya a Ernesto Sanz y no a Ricardo Alfonsín?

Porque el radicalismo está en una etapa muy potente, por eso está en condiciones de ofrecer más de un candidato. En el caso de Cobos, su trabajo hizo posible que el radicalismo fuera visto por sectores sociales que habían tomado distancia del partido; en el caso de Alfonsín tuvo que ver con haber contribuido a fortalecer la autoestima de los radicales. Sanz representa lo mejor de ambos mundos.

¿A pesar de que las encuestas aún muestran que es casi un desconocido?

El mejor candidato es el que sintoniza una propuesta política y una visión del país. Está en condiciones de representar un espíritu de transformación en la Argentina y, para mí, es Sanz. Los afiliados de la UCR son los que van a tomar la decisión.

Hay una ley de internas abiertas y el Gobierno adelantó que se va a impugnar la interna radical si se hace antes de agosto...

Creemos que es saludable para la democracia que un partido ratifique su condición de autonomía. El problema es que el Gobierno incumplió en la reglamentación de la ley. Si finalmente se instrumenta y se materializa, el 14 de agosto puede haber además del candidato seleccionado institucionalmente por el radicalismo otros ciudadanos afiliados que quieran participar.

Sanz declaró que está de acuerdo con la estatización de Aerolíneas, el sistema de reparto jubilatorio, el Fútbol para Todos... ¿Propone sólo kirchnerismo más prolijo?

La Argentina debiera tener un gesto de madurez. Dejar atrás la lógica de los bandazos, en la que cada gobierno que llega lo que hace es empezar de cero. Esa idea fundacional que anida en muchos dirigentes políticos es nociva. Hay que pensar, como creo que corresponde, que hay casi 30 años de democracia y existen cosas positivas que deben ser ratificadas y cosas negativas que deben ser corregidas.

¿Y Sanz qué ratificaría?

Hay cosas que son difícilmente reversibles. Por ejemplo, ¿es viable que la Argentina dé marcha atrás e intente tener un sistema de capitalización individual del sistema previsional? No. Lo que hay que tratar es de tener un sistema de reparto que sea sustentable en el tiempo. El punto es que no nos parece apropiado dar vuelta todo lo que ha sucedido.

¿Y Aerolíneas Argentinas?

El problema es que el justicialismo privatizó mal Aerolíneas Argentinas en los ´90, y el justicialismo estatizó mal Aerolíneas Argentinas en 2008. Ahí hay un problema jurídico importante, porque todavía no sabemos si la compañía es estatal, está en discusión en tribunales internacionales la titularidad de la empresa. Entonces, ¿debe asegurarse a los argentinos la accesibilidad a todos los lugares? Efectivamente. Ahora no necesariamente tiene que hacerse a través de una aerolínea estatal llamada Aerolíneas Argentinas. Lo que está claro es que no puede haber subsidios como los hay para que ciudadanos argentinos viajen a El Calafate. Subsidiar cuando sea necesario y a quienes corresponda, no un subsidio generalizado. Y menos a sectores de alto poder adquisitivo.

Pero lo cierto es que Aerolíneas si gana Sanz sigue siendo estatal...

Sí, pero con control. Sin derroche.

¿Y el Fútbol para Todos seguiría?

Nos parece bien que el fútbol esté en la televisión abierta. Lo que me parece revisable es que los ciudadanos tengan que pagar el consumo del fútbol a la televisión abierta. Debería haber una licitación de la AFA a los canales abiertos para ver cuánto es lo que están dispuestos a pagar por la transmisión, además de la publicidad privada, así no tiene que ser financiada por el Tesoro público. Por eso, la idea del blanco o negro no es saludable para la Argentina.

Entonces, Sanz es kirchnerismo más prolijo...

No. Sanz es radical con propuestas de futuro y transformación que no es empezar todo de nuevo siempre. Mejorar aquellas cosas que deben ser corregidas y mantener las justificadas, y no repetir las inconvenientes.

¿Se cansaron de esperar a Cobos?

No... lo que hay que combinar para el análisis de lo que pasó es la muerte de Kirchner. Tuvo repercusiones de todo tipo, en el Gobierno, en la oposición, en la sociedad. Afectó sin duda aquellos liderazgos que eran construidos como la contracara de Kirchner. Eso cambió el escenario político y también el del radicalismo.

¿Para usted muere Kirchner y con él muere políticamente Cobos?

Así es...

¿Y lo ve a Cobos sumándose a la campaña radical?

No sé. Será una decisión personal de él. Será bienvenido si compite en las internas de abril o mayo en el radicalismo o si compite en agosto. De lo que estoy seguro es que después de que terminen las elecciones vamos a estar todos detrás de un solo candidato.

La muerte de Raúl Alfonsín provocó cambios también en la UCR...

Lo que hizo fue generar la idea de recuperación de la autoestima en el partido.

También dió a luz a la candidatura de su hijo Ricardo...

Sí.

¿Cree que Ricardo Alfonsín tiene sintonía con el Gobierno?

Me parece que hay una intencionalidad del Gobierno con él. Por eso Sanz es el mejor candidato para competir con Cristina Kirchner. Yo me doy cuenta que los medios oficiales tienen un blanco y ese blanco es Sanz, no otro. Y eso habla bien de Ernesto.

¿Qué le parece Gabriela Michetti?

Me parece respetable. (silencio)

¿Tiene usted alguna relación con ella, como la que tiene Sanz?

No hay una lectura política.

¿Puede haber algún acuerdo con el macrismo?

No me parece que pueda haber un acuerdo. Tenemos ideas políticas distintas. El mandato que tiene el radicalismo es de llegar a acuerdos programáticos con el socialismo y el GEN, de Stolbizer. Posiblemente se abra a otras fuerzas. Lo que es novedoso de esta elección es el ballotage. Nunca tuvimos en la Argentina, y esto también significará que el presidente que asuma lo hará con más del 50% de los votos.

Si no abandona como Carlos Menem...

Claro... Pero la segunda cuestión es que abre la posibilidad de acuerdos estratégicos de mediano plazo de políticas que estén más allá de la coyuntura.

¿Qué paso con Elisa Carrió?

Es una decisión de ella y su fuerza política de independizarse o aislarse. Pero estoy seguro de que, en la segunda vuelta, su fuerza política va a acompañar al candidato del radicalismo.

Pero el diálogo está cortado...

Por ahora sí. Veremos cuando llegue el momento, cuando evalúe que el riesgo de una postulación de ella conspira contra la posibilidad de alternancia.

¿Cómo van a hacer para que un encuestador pare a una persona en La Matanza y diga que conoce a Ernesto Sanz?

Faltan nueve meses todavía para trabajar y hacer cosas. A nosotros ahora nos importa que haya una propuesta, que haya una coalición política que la lleve adelante y que haya un candidato. Eso es mucho más importante ahora que una cara bonita. Sanz no es Superman, pero tiene capacidad de conducción y liderazgo.

Pero a la hora de votar hay que conocer al candidato... ¿tienen algún gurú como Jaime Durán Barba?

No tenemos gurú. Ni lema ni slogan.

El otro temor social a diluir es que se repita la experiencia de la Alianza.

Estoy seguro de que no se va a repetir.

Usted es economista. ¿Cómo ve la economía argentina?

Veo que es una economía que tiene debilidades y vulnerabilidades notables. Confundir incremento de consumo con desarrollo es como confundir gordura con hinchazón. Se está desaprovechando una oportunidad extraordinaria producto de la miopía del Gobierno. La Argentina tiene que desatar las ataduras que le impiden generar riqueza. Hay una mirada optimista, pero se requieren cambios. Porque este momento de la Argentina no es por el Gobierno, sino a pesar del Gobierno.

¿Por qué lo dice?

Porque el boom de la soja es por la soja transgénica y la innovación productiva de la década de los '90. Por los productores agropecuarios. Después la devaluación y luego el default que hicieron posible que la deuda se transformara en una situación manejable, por la gestión de Roberto Lavagna, y que hizo posible el tipo de cambio competitivo. Y el cambio tecnológico tan fuerte que hicieron los productores agropecuarios fuera rentable para la producción. No es la consecuencia de decisiones del Gobierno, sino a pesar de las decisiones del Gobierno, que por ejemplo impide exportar carne. Y Uruguay, un país más pequeño, exporta más carne que Argentina.

Los números oficiales muestran reducción de pobreza, por ejemplo...

En la Argentina tenemos la misma cantidad de pobres que en la década del '90. Y en la Argentina hay menos trabajadores industriales que en la década del '90.

Cristina diría que quiso pagar deuda con reservas y la oposición se quejó, y ahora admite que fue una buena decisión...

Nosotros requeríamos que la discusión fuera de naturaleza legislativa. No hay un dogma de fe acerca de que no se pueden usar los recursos, pero la utilización de los recursos debe ser definida en el Congreso. Hoy tenemos un presupuesto que se gasta sin ser aprobado por el Congreso, con discrecionalidad. Es irracional.

Porque la oposición no lo votó...

No es que no lo votamos, es que el Gobierno hizo todo para no tener presupuesto y gastar ahora con discrecionalidad. ¿Cón qué razonamiento un empresario va a definir una inversión sin previsibilidad?

Pero un poco de autocrítica debe hacer la oposición que no pudo ponerse de acuerdo casi en nada en el Congreso.

En parte sí, pero además el Gobierno rehuye el debate legislativo.

¿Le preocupa la emisión de moneda?

Me preocupa la inflación. La emisión está en parte ligada a la inflación. Hay dos maneras de no resolver un problema: uno negando su existencia y la otra teniendo un mal diagnóstico. Esta administración tiene las dos cosas. Es imposible imaginar alguna política anti-inflacionaria con el INDEC intervenido. Y todo eso del FMI me parece que es show off. Es nada.

¿Cómo evalúa el manejo del Banco Central a cargo de Mercedes Marcó del Pont?

Más que su persona acá está faltando responsabilidad del Gobierno, de entender que la inflación perjudica a los más pobres, aunque no lo crea Boudou.

¿Qué país deja Cristina Kirchner si pierde en octubre?

Un país con muchos problemas, pero también con muchas más oportunidades.

¿Le preocupa al radicalismo volver a tener al peronismo en la oposición?

Hay un sector del peronismo que sabe que tiene que lavar sus culpas históricas.

¿Cree que éste es otro peronismo que el de los '80?

Me parece que hay aprendizajes colectivos y no creo que algunos estén dispuestos a repetir una experiencia de ese tipo.

No estará Ubaldini, pero sí Moyano...

El Mr Hyde de ese doctor Jekyll, una vez que ese Dr Jekyll sea sustituido, no existe más.

Pero están los Moyano hijo.

No tienen gravitación política.

Alguna vez fue un joven alfonsinista. Y la presencia de jóvenes en el funeral de Néstor Kirchner hizo que muchos la compararan con los jóvenes radicales del 83... ¿Usted ve similitudes?

A ver. Lo voy a decir en términos futbolísticos. No hay que confundir a los aficionados del fútbol con Hinchadas Unidas Argentinas. Hay un grupo juvenil ruidoso y activo, pero no expresan de ninguna manera a los sectores juveniles de la Argentina. La mejor encuesta es el voto. Y el voto juvenil en la ciudad de Buenos Aires en la última elección fue de un dígito.

El radicalismo captó históricamente al progresismo, pero hoy el progresismo, sobre todo artístico, es en su mayoría kirchnerista.

Me cuesta creer que pueda haber una propuesta política en clave de progreso asociado a la poca transparencia y los negocios particulares. z we

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