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Solo 1 en 13: el dato del censo que expone la crisis del sector privado

El cruce de los primeros resultados que arrojó el censo nacional con las estadísticas del Ministerio de Trabajo devuelve la imagen de uno de los problemas que impiden la recuperación económica de la Argentina, la dinámica negativa del empleo privado, al menos a lo largo de los últimos doce años.

Es cierto que la falta de dólares afecta el funcionamiento del sector productivo, tanto como que la elevada inflación agrava la situación de pobreza y la deuda supone una mochila cada vez más pesada para un país que necesita eliminar el déficit fiscal y recuperar el acceso al financiamiento externo. Pero si la Argentina no logra revitalizar el mercado laboral su futuro seguirá marcado por las complicaciones.

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Finalmente, el censo elaborado en mayo pasado reveló que el país está habitado por 46.044.703 personas. Es decir que hay 5.927.607 personas más que en 2010, cuando se había llevado a cabo la última medición. El dato refleja un crecimiento poblacional en ese lapso del 14,78% y un dato preocupante: solo ese mayor número de habitantes cubre casi la totalidad de los asalariados registrados que tiene el sector privado argentino.

Para mayo último, solo 6.137.530 de trabajadores cumplía con esa condición, es decir apenas 447.928 empleados más que lo que registraba doce años antes. Inclusive son 150.000 menos que el pico de abril 2018, según las estadísticas recabadas por dependencias del Ministerio, sobre la base de los registros administrativos de los sistemas de la seguridad social. La diferencia en doce años de registros es de apenas 7,87%. O dicho de otra forma, representa a solo uno de cada 13 habitantes que sumó el país entre ambos censos.

Un problema severo para un país que enfrenta la dificultad de financiar un sistema previsional en el que crece la cantidad de beneficiarios sin que aumente la de aportantes en la misma proporción.

Pero sobre todo que evidencia la falta de crecimiento del sector privado como fuente generadora de empleo, lo que implica mayor carga para un Estado que durante muchos años ha cubierto la demanda laboral con más gasto, ya sea mediante el crecimiento de la planta pública o, directamente, con el otorgamiento de planes sociales, lo que alimenta el déficit fiscal.

Fuente: SSPEyE-MTEySS, Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial, sobre la base de los registros administrativos de los sistemas de la seguridad social (AFIP).

Por ello es clave que además de atender la emergencia, se avance con las medidas de fondo que creen las condiciones necesarias para una inversión que contribuya a la creación de empleo privado y bien remunerado. Solo así podrán ordenarse y mantenerse estables las variables macroeconómicas para que, en el próximo censo, los resultados sean los que el país espera.

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