Se terminó la "tortura china" contra Messi en el PSG: ¿qué sigue ahora?

No tenía sentido. Para Lionel Messi, haber extendido su contrato por una temporada más con el PSG se hubiera asemejado a una "tortura china", con los hinchas del club parisino abucheándolo en cada partido por más que jugara muy bien y hasta convirtiera el gol del título en el torneo local.

Si bien la relación entre "La Pulga" y la hinchada de la entidad presidida por el qatarí Nasser Al-Khelaifi se había deteriorado tras la eliminación del equipo en la actual Champions League, la gota que rebalsó el vaso fue que Leo le ganara con la Selección argentina la final del mundo a Francia.

Un infantilismo sin sentido. ¿Qué esperaban los "ultras"? ¿Qué Messi perdiera a propósito la final en Qatar para que a su vuelta a suelo francés los ánimos contra él no estuvieran más caldeados de lo que ya estaban?

Además, está claro que Mbappé quería la salida de Messi y también la de su amigo Neymar, con la intención de transformarse en amo y señor del vestuario. Ahora habrá que ver con quiénes lo rodean, y si el liderazgo de "Kiki" alcanza para tirar del carro con éxito y quedarse con "La Orejona", el torneo más ansiado.

Para la anécdota quedará la suspensión por dos semanas que el PSG le aplicó al crack argentino por haber viajado "sin autorización" a Arabia Saudita, donde es embajador turístico. Esto tal vez haya sido una afrenta para los qataríes, que si bien en los últimos tiempos mejoraron su vínculo con Riad por lo bajo continúan siendo cuestionados por la monarquía saudita por su cercanía con Irán.

Tras esta herejía contra el mejor futbolista del mundo, y por la cual la entidad francesa será recordada para mal por los siglos de los siglos, para Messi es hora de volver a mirar hacia adelante y pasar el trago amargo que vivió durante los dos últimos años a pocos kilómetros de la Torre Eiffel.

En este sentido, pretendientes no le faltan. Al fuerte interés del Al-Hilal saudita, que le pagaría casi u$s 650 millones por temporada, hay que agregarle el sueño del Barcelona por repatriarlo y las renovadas ganas del Inter de Miami, de David Beckham, por contar con "La Pulga".

Si finalmente se concreta su regreso al club catalán, Leo permanecerá en la elite del fútbol mundial de cara a la Copa América 2024 en EE.UU., en el que tal vez sea su último torneo oficial vistiendo la celeste y blanca.

Pero si Messi se decantara por la liga saudita allí también tendría un desafío: volver a ganar su duelo personal contra Cristiano Ronaldo, su archirrival en innumerables batallas entre el Barcelona y Real Madrid. Mientras que la opción de Miami tiene el atractivo de ser una ciudad que le encanta al delantero rosarino, y en la que incluso tiene una vivienda.

Por último, el anhelo de Newell's por contar nuevamente con su estrella de las divisiones inferiores siempre está sobre la mesa. Aunque para eso hace falta que el delantero rosarino se decida a volver a vivir en su ciudad natal, en la cual meses atrás la familia de su esposa Antonela Roccuzzo sufrió un atentado a uno de sus supermercados con una amenaza narco.

Todas estas cartas ya están echadas sobre la mesa, a la espera de que Messi termine de deshojar la margarita. Tal vez se tome su tiempo, sabiendo que la próxima puede ser su última movida como futbolista profesional. De lo que no hay dudas, es que elegirá un lugar donde no vuelva a sufrir otra "tortura china" como en el PSG.

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