¿La vuelta a la normalidad?: impacto en el mundo laboral

Hace unos días se comunicaron las nuevas medidas de flexibilización de las restricciones para evitar la propagación del Covid. Esto nos lleva a una pregunta casi inevitable: ¿se anuncia la vuelta a la "vieja normalidad", o se está gestando una nueva, diferente a la que conocíamos?

Aumenta la circulación, abren los bares y restaurantes (ahora con una habilitación de mayor concurrencia), aumenta el tránsito y la utilización del transporte público. Se reactivan las oficinas públicas y privadas, las fábricas, los festejos, los encuentros. Se habilitan los viajes y comienzan a abrirse las fronteras. Poco a poco, todo parece ir tomando un tinte a "Era Pre-Covid" lo cual requiere, de alguna manera, volver a cambiar nuestros comportamientos porque, 18 meses después de la primera declaración de cuarentena por Covid-19, ciertos artefactos impensados se radicaron en la cultura local: barbijos, distanciamiento, saludo de puño cerrado, alcohol en gel (mucho alcohol en gel), protocolos, encuentros virtuales, testeos, etc.

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La difícil adaptación al mundo pandémico parece ahora anunciar que es momento de mutar hacia otra realidad. Y nos empiezan a surgir nuevas preguntas: ¿cuál es la normalidad en la que viviremos a partir de ahora? ¿Volvemos al mundo tal como lo conocíamos (al menos por estas latitudes) hasta marzo del 2020? ¿o la realidad se transforma a otra desconocida por nosotros?

Y, como profesionales de RR.HH. en empresas de tecnología, nos inquieta saber: ¿cómo impactan estos cambios en el mundo laboral? ¿Cómo será el mundo que se viene y cómo prepararnos para entonces?

En muchas compañías desarrolladoras de software, la virtualidad y el trabajo remoto parecen haber llegado para instalarse. De un momento para otro, computadora portátil en mano y gracias a la disponibilidad de archivos y procesos de trabajo en la nube, los edificios se volvieron desiertos; las casas, el espacio laboral, y, desde ahí, se instaló cierta "normalidad" que pareciera difícil de modificar. Si bien hubo momentos iniciales de incertidumbre y posible incomodidad, la mayoría de las personas que trabajan en Desarrollo de Tecnología han sabido acoplar las horas de trabajo a las de la vida laboral / personal y, en general, se resisten a volver a cambiar.

Esta situación impulsó cambios en cada uno de los procesos de Recursos Humanos; en muchos de ellos ya veníamos trabajando y, definitivamente, los aceleró.

La Selección de nuevos colaboradores empezó a desconocer de límites geográficos y se amplió el territorio donde buscamos postulantes. Ya no es un requisito vivir cerca de la oficina, sino que, por el contrario, cualquier lugar del país se convirtió en posible residencia del equipo. El mundo entero es ubicación suficiente para la búsqueda de candidatos. A su vez, para quienes residen en lugares alejados de los grandes centros urbanos, y que sólo podían acceder a empleos locales, también se les abrió un enorme abanico de oportunidades.

En relación a la Comunicación Interna, pensamos en nuevos paradigmas centrados en la asincronía: ya no es necesario estar todos en un mismo lugar y tiempo para enterarnos de las cosas importantes y obtener la información que necesitamos para trabajar. El no-encuentro en las oficinas nos llevó a re-pensar la manera de comunicarnos. La pandemia nos impulsó a definir un modelo ágil que se adapte a las preferencias y posibilidades de cada uno de los equipos y que asegure que nos seguimos comunicando. Nota: increíblemente el "radio-pasillo" sigue funcionando aún sin pasillo real de por medio!

La capacitación también se vio atravesada por esta transformación. La documentación y formalización de procesos se volvieron clave al encarar la dinámica enseñanza - aprendizaje dentro de las organizaciones. La inducción a la compañía es un ejemplo de este cambio. ¡Se sumaron tantas personas al equipo! A las que nunca vimos físicamente y con las que tenemos el enorme desafío de integrar a la organización, su cultura y procesos. La virtualidad atraviesa la profundidad de los modelos de capacitación con los que nos proponemos formar a cada una de las personas del equipo.

El contexto impactó en cada uno de los procesos de Recursos Humanos en una industria en la que, seguramente, la virtualidad ya se instaló. Esto nos interpela, como profesionales, a repensar nuestros paradigmas y a desarrollar cada día más, en nosotros mismos, los líderes, procesos y equipos de trabajo, la necesaria flexibilidad.

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