El Gobierno y el mercado, alineados: pronostican un blanqueo exitoso

Las 23.000 cuentas de regularización de activos (CERA) que se abrieron para el blanqueo explican, en gran parte, el crecimiento que tuvieron los depósitos del sector privado desde mediados de mes hasta ahora.

En los bancos esperan que la mayor cantidad y montos se den hacia el 30 de septiembre, que es la primera fecha de cierre y la más conveniente para el blanqueo.

Javier Bolzico, presidente de Adeba, salió a defender fuerte el blanqueo explicando que "los bancos son actores esenciales en el Régimen de Regularización de Activos que impulsa el Gobierno. Les dan los instrumentos (cuentas bancarias CERA) y el asesoramiento a los clientes para permitirles regularizar su situación tributaria en esta nueva etapa de la vida económica del país".

Pero Bolzico no fue el único que habló a favor del blanqueo. El titular de la Fundación Capital y ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, opinó que la importancia del blanqueo de capitales es que permite sumar dólares "propios", sin necesidad de acudir a organismos o financiamiento externo. "Hay una apuesta muy fuerte hacia el blanqueo. Está claro que el Gobierno ve también estos números, ve la restricción de caja que tiene el Banco Central hacia adelante y dice ïSeñores, necesitamos más dólares!".

También Redrado afirmó que ya en agosto se observó un incremento del nivel de depósitos en dólares producto de la apertura de las cuentas CERA, las especiales para el sinceramiento fiscal, y estimó que a fin de año, el Gobierno puede recaudar cerca de u$s 3000 millones producto del blanqueo y del adelanto de bienes personales.

Precisamente en el Gobierno esperan que el blanqueo ayude a sumar entre u$s 30.000 millones y u$s 40.000 millones al ruedo financiero, cifras significativas para la productividad de una Argentina acostumbrada a la falta de dólares producto de diversas crisis financieras dónde el déficit fiscal siempre fue un actor destacado.

El presidente Javier Milei es un cruzado del superávit fiscal. Su objetivo, entre otras cosas, es terminar con el déficit financiero que la Argentina tuvo en casi todos los años de su historia.

El blanqueo ahora parece ser una carta clave en la estrategia presidencial, como lo fueron y lo son la baja de la inflación y el superávit fiscal. De hecho, si el blanqueo es exitoso y suma reservas, la Argentina puede empezar a pensar en eliminar el cepo, uno de los mayores reclamos de los empresarios.