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El caso del vacunatorio VIP dejó a la vista fallas en la cadena de control

El caso del vacunatorio VIP dejó a la vista un problema ético que fue resuelto con la salida de un miembro del gabinete. Causó una crisis de inusual impacto en el Gobierno, porque se produjo a partir de un tema que genera mucha sensibilidad, como es la asignación de las prioridades para recibir las vacunas contra el Covid. 

Pero a la vez reveló una falla interna en la cadena de controles, de la que todavía nadie se ocupó. Ginés González García había dispuesto un operativo para darle la Sputnik V a personalidades cercanas al gobierno nacional (pero que también sirvió para que se la apliquen médicos y empresarios amigos) sin hacer una consulta previa a la Casa Rosada. 

Si el Presidente y el jefe de Gabinete tomaron conocimiento de esta acción el jueves por la noche, como reconoció Alberto Fernández en diálogo con un columnista de Página 12, el que falló no fue solo el ex ministro de Salud.

El vacunatorio VIP será como una mancha de aceite sobre la gestión sanitaria. Y exigirá un mayor esfuerzo de transparencia a Carla Vizzotti, la sucesora de Ginés. "Debemos trabajar para evitar que estas situaciones vuelvan a repetirse", dijo Fernández en Twitter. 

La pregunta que debería transmitirle a su equipo es cómo un ministro tomó estas decisiones sin que hubiera algún tipo de chequeo interno que convalidara (o no) esta situación.

González García no era cualquier funcionario, está claro. Fue responsable de Salud en la gestión de Antonio Cafiero (abuelo del actual jefe de Gabinete) como gobernador de Buenos Aires, y de las presidencias de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. 

Cristina Kirchner prefirió promover para ese cargo a Graciela Ocaña, que venía de ejercer la intervención del PAMI, y nombró a Ginés embajador en Chile. Su ascendencia no había desaparecido, y por eso a nadie sorprendió que regresara al ministerio con Alberto Fernández.

Lo que mostró el incidente es que Ginés tenía un riesgoso radio de autonomía (habilitado por sus superiores, cabe decir). El Presidente no puede permitirse errores no forzados de este tipo, porque son los más dañinos en términos de repercusión pública. 

El debate que enfrentaba en este tema pasó de la promesa incumplida de contar con la cantidad necesaria de vacunas, o si la Sputnik V era más o menos efectiva que otras similares, al interés manifiesto de personajes públicos por conseguir una dosis por cualquier vía. Tras ser denostada, la vacuna rusa se transformó en agua en el desierto.

Vizzotti, madrina de la Sputnik (fue quien cerró su provisión en un viaje a Moscú) anunció que ahora vendrán 1 millón de dosis de la vacuna china. El escándalo del vacunatorio, encapsulado, pronto quedará atrás. La prioridad real es inmunizar a la economía, ya que una cuarte parte del PBI sigue dependiendo de las actividades más impactadas por el Covid.

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Comentarios

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  • AP

    ALEJANDRO PEREYRA

    22/02/21

    no hay ninguna cadena de control , simplemente no es un tema que les preocupe , solamente ejercen control sobre los que trabajan . lo demás lo acomodan ellos a su necesidad,

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