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La pulseada salarial de fin de año y las chances de un traslado a precios

Después de la elección que permitió el ascenso de Mauricio Macri a la presidencia, había un debate entre los economistas sobre qué cantidad de precios de la economía operaban ya con un dólar de $ 15, valor que tenía por entonces en el mercado blue. La pregunta apuntaba al impacto inflacionario que tendría la unificación cambiaria, si el nuevo gobierno convalidaba esa cifra en el arranque del proceso.

La discusión no ayudó a los optimistas que pregonaban tranquilidad, ya que el salto inflacionario de los primeros meses del año demostró que aunque haya sido presupuestado, el traslado a precios igual fue alto. Las razones, en ese caso, quedaron diluidas. Están los que opinaban que todo lo importado tuvo que incorporar aumentos significativos por el tipo de cambio. Pero también muchos empresas aprovecharon para generar un colchón frente a la incertidumbre cambiaria que presentaba el 2016.

La duda se vuelve a presentar en el último trimestre, en momentos en que los gremios presionan por una reapertura de paritarias o, en todo caso, por el reconocimiento de algún tipo de plus salarial.

Mientras el Gobierno todavía medita cómo encarar el diálogo con la CGT, varios empresarios han recibido ya planteos extraoficiales de bonus. La respuesta que dan muchos es que no están presupuestados y que el margen es escaso a menos que el Estado ponga alguna parte. Pero una encuesta que publica hoy El Cronista dice que casi seis de cada diez empresas líderes tiene previsto dar alguna compensación. La pregunta es cuántas tienen esta fórmula contemplada en sus números o cuántas requieren un traslado a precios, más difícil de hacer que en 2015 por el contexto descendente de la inflación. La respuesta determinará parte del humor social del último trimestre.

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