Es hora de la libertad

Sabemos ya lo decía la metafísica aristotélica que la violencia va contra la el orden natural y, entonces, solo destruye: jamás se puede construir a partir de ella. Precisamente por eso la falta de libertad las imposiciones policiales, leyes y regulaciones, del monopolio de la violencia, el Estado, sobre las personas es negativa. Como las sanciones de unos gobiernos a otros que, en rigor, sancionan a sus propios ciudadanos. Por caso, el embargo contra la tiranía cubana significa que el gobierno de EE.UU. coarta la libertad de sus ciudadanos para tener cierto tipo de relaciones con la isla.
La dictadura castrista difícilmente hubiera sobrevivido, tantos años, de no ser por mérito del gobierno de EE.UU. La invasión de Bahía de Cochinos fue una excelente ayuda para que Fidel pudiera justificar su militarismo en tanto que el embargo ha aislado aún más al pueblo cubano en su isla cárcel ya que, más allá de la censura castrista, además dificultó en gran medida el desarrollo de internet que tanto le ha complicado la vida a los dictadores árabes. La isla, al no poder tener un cable submarino de fibra óptica debía establecer sus comunicaciones a través de enlaces satelitales, costosos e ineficientes. Así se vio obligada a aliarse con Caracas, que financió un cable de unos 1.600 kilómetros entre Venezuela y Cuba.
Es imposible adivinar qué ocurrirá al levantarse el embargo, pero sin dudas se creará riqueza y el mundo progresará y quizás sea cierto lo que publica el sitio Cuba Libre Digital que la industria de EE.UU. calcula beneficios millonarios. Entre los beneficiarios del acceso al mercado cubano vedado por el embargo económico están los agricultores, las agencias de viajes, los productores de energía y los importadores de ron y habanos en EE.UU. Según el Instituto Peterson para Economía Internacional, las exportaciones de productos estadounidenses a Cuba podrían alcanzar los u$s 4300 millones anuales, comparados con menos de 360 millones del año pasado. Y las exportaciones cubanas podrían alcanzar u$s 5800 millones al año, cuando actualmente son nulas.
Por casos, el fondo Herzfeld Caribbean Basin, que invierte en líneas de cruceros, compañías de infraestructura, y cualquier compañía que tendrá un papel en Cuba y aumentó más de 30% desde que se conoció la noticia. Las automotrices de Detroit podrían reemplazar los cacharros que datan de la década de 1950 que deambulan por las calles cubanas. La cadena de hamburguesas Fatburger comenzó a discutir franquicias con socios potenciales en Cuba hace más de cuatro años y una vez que reciba aprobación del Gobierno de EE.UU., podría tardar unos seis meses en abrir las primeras franquicias.
El Congreso tendrá que actuar para levantar las sanciones económicas, pero al relajar las restricciones sobre viajes y permitir que los visitantes usen tarjetas de crédito en Cuba, entre otras cosas, Obama ha iniciado un proceso irreversible ya que la gente se va a acostumbrar a viajar, a hacer negocios, a enviar remesas y no podrán detenerlos. Y, por cierto, quedarán al descubierto los liberticidas que hoy se oponen a dejar a los ciudadanos en libertad de relacionarse con los cubanos como les plazca, y que le han hecho un doble y gran daño a la humanidad y a la libertad. Por un lado han promovido de manera alevosa el cercenamiento de las libertades a la vez que, con su falsa prédica libertaria, han deformado la idea de libertad al punto que hoy grandes sectores de la sociedad la repudian.

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