PUNTO DE VISTA

El 'piloto de tormentas', según la historia argentina

El apelativo "piloto de tormentas" se ha sido utilizado con frecuencia por voceros del oficialismo en las últimas semanas, para referirse al rol del presidente Mauricio Macri en estos momentos.

La idea ha sido desarrollada en función de que la Argentina logra acordar con el FMI y estabilizar el tipo de cambio. Pero una vez logrado esto, debe atravesar un período de tormenta, es decir dificultades, para arribar a una "costa soleada", determinada por el ingreso de una cosecha récord y la puesta en marcha de Vaca Muerte como nueva fuente de divisas.

Pareciera una metáfora elaborada por Durán Barba, para tener una suerte de explicación para la gente en cuanto al presente difícil y angustiante que se vive, que al mismo tiempo es una suerte de "modernización" del estilo del relato utilizada por el kirchnerismo.

Pero curiosamente, el apelativo del "piloto de tormenta" proviene de la historia. Así se lo llamaba a Carlos Pellegrini, cuando como Presidente de la Nación, entre 1890 y 1892, debió enfrentar la crisis económico-financiera más grave para la Argentina de la Generación del Ochenta.

Hay algunos puntos de contacto. Entonces, la crisis fue provocada por un exceso de endeudamiento, cuando Argentina gozaba de crédito y los intereses eran bajos. La obra pública, destinada en esos años a modernizar la infraestructura del país, -especialmente la urbana-, fue el destino de los fondos.

Pero cuando los acreedores, -especialmente la Banca Baring Brothers de Londres-, quisieron comenzar a cobrar, empezaron los problemas para el presidente Miguel Juárez Celman.

De una expansión que parecía sin límites, se pasó a una fuerte contracción en 1889. El malestar político y social escaló. Hasta acá van las similitudes y comienzan las diferencias.

Dicho malestar provocó una eclosión en la llamada Revolución del Noventa, alzamiento armado contra el gobierno nacional, que derivó en el origen de la Unión Cívica Radical.

El vicepresidente Pellegrini y el senador nacional Julio Argentino Roca, actuando coordinadamente sofocaron con éxito la "Revolución", mientras el Presidente se alejaba al interior por razones de "seguridad".

La crisis política no se resuelve y el Presidente se ve obligado a renunciar. Pellegrini y Roca toman el poder, no la oposición. El primero asume la Presidencia y el segundo al frente del Ministerio del Interior.

El primero se aboca a resolver la crisis. Se ve obligado a llevar adelante lo que hoy denominamos una política de "ajuste". Reduce drásticamente el gasto público -incluidos los salarios-, y reestructura la deuda. Ello no le da popularidad en la gente -la mayoría no votaba-, pero sí el reconocimiento en la diligencia. Es en este contexto es que que surge el apelativo de "piloto de tormentas".

Roca, por su parte se dedica a estabilizar la política y restablecer la disciplina en las Fuerzas Armadas. Pero ambos pagan un fuerte costo, que impide a Roca ser candidato en 1892 y a Pellegrini jugar el rol de "gran elector" que la Presidencia tenía en aquellos días.

Lo que resulta válido para el presente, es que una crisis económica puede derivar en una crisis política.

La Administración Macri se ha caracterizado por una suerte de "a-historicidad". Eludió el debate sobre el pasado, como lo hacía con intensidad el kirchnerismo. Incluso el Presidente ha evitado estar presente en celebraciones históricas relevantes. El 17 de agosto no participó en ningún acto conmemorando a José de San Martín en el aniversario de su muerte. El 11 de septiembre tampoco lo hizo con motivo del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento.

La decisión de sustituir en la ilustración de los billetes la imagen de los próceres por animales, ha tenido que ver con la idea de no complicarse en el debate histórico. El kirchnerismo había sustituido a Sarmiento por el Gaucho Rivero, a Roca por Evita y el Pañuelo Blanco, había rediseñado a San Martín, sustituyendo el abrazo con O'Higgins, por los "patriotas de la Patria Grande" (San Martín, Bolívar, Artigas y O'Higgins) y en el caso de Belgrano, cambiando la imagen del monumento a la bandera por la de Juana Azurduy al frente de una montonera. La intención fue evitar entrar en este debate.

Quizás no sea casual el hecho de que el funcionario que más uso el apelativo de "piloto de tormentas" para el presidente Mauricio Macri, haya sido el Ministro del Interior Rogelio Frigerio, posiblemente el integrante del Gabinete con más conocimiento de la historia.

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