AFA, ofertas de TV y el socio del silencio

Esta tarde, en la sede de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), se procederá a la apertura de los sobres de las empresas interesadas en ofertar por los derechos audiovisuales del fútbol de primera división.

Se cierra de este modo, una serie de reuniones y consultas entre dirigentes de clubes, funcionarios del Gobierno, la Comisión Normalizadora y los representantes de las multinacionales Espn, Fox y Turner.

Según reza un comunicado de AFA, los derechos en oferta son de "explotación primarios y secundarios, únicamente en el ámbito de la República Argentina, por sí o por terceros, por cualquier sistema o procedimiento audiovisual -en los distintos formatos existentes a la fecha de firma del contrato- de las imágenes y/o sonidos obtenidos en ocasión del desarrollo de cada uno de los encuentros correspondientes a los torneos de fútbol de primera división organizados por AFA/Superliga".

El plazo de vigencia será de 5 años con opción a 5 adicionales.

El precio base es de $ 1200 millones de llave como valor único, más $ 3000 millones por año, con una participación en el negocio/regalías y una cláusula de ajuste del precio según la variación de la Tarifa Nominal Básica (TNB) que cobran los operadores de TV por cable a sus clientes.


La firma del contrato final con el adjudicatario estará sujeta a la efectiva rescisión previa del contrato de Fútbol Para Todos, aprobada por la Asamblea de AFA. Se deja aclarado que sigue vigente hasta diciembre de 2019 el contrato con Torneos S.A. por los derechos internacionales de televisación. Pero la AFA hizo la siguiente salvedad: "El oferente toma conocimiento de la existencia del litigio en autos caratulados Televisión Satelital Codificada S.A C/ Asociación del Fútbol Argentino (TSCSA) S/ Ordinario, que tramita en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial N 1, Secretaria N1, Av. Roque Sáenz Peña, Capital Federal".

La cita parece una simple referencia pero encierra una batalla legal que viene de lejos.

Este anuncio se debe a un pedido expreso de los representantes de TSCSA hacia los oferentes interesados, sumando a Cablevisión, Direct TV, Telecentro y Mediapro. Los hechos se remontan al 20 de agosto de 2009, cuando el extinto Julio H. Grondona suscribió el contrato de asociación para la TV abierta y gratuita con la Jefatura de Gabinete de Ministros del gobierno de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, conocido como Fútbol Para Todos (FPT). Por entonces, la AFA rescindió un contrato con TSCSA tras 18 años de relación y sin intimación previa. Este juicio que ahora se pone a la consideración pública, fue retrasado por vericuetos del proceso, entre ellos, una denuncia por la asignación de la causa, una medida cautelar rechazada y cuestiones de competencia que recién fueron zanjadas por la Corte Suprema de Justicia a fines de 2015.

La empresa TSCSA persigue que se condene a la AFA a reanudar el cumplimiento del contrato a partir de una fecha a determinar de un torneo de primera división, sin contraprestación alguna.

Más también solicita un resarcimiento en caso de no poder cumplirse con las 38 fechas de los torneos Apertura y Clausura de las temporadas 2009-2010, en concepto de daños y perjuicios (daño emergente y lucro cesante) según pruebas a producirse y, un derecho de preferencia para igualar la oferta de un tercero. Para el supuesto de una condena que fuere de cumplimento imposible para la AFA, se pide una multa por inejecución. El Estado Nacional fue citado a pedido de AFA como tercero en el juicio, a resguardo de las eventuales responsabilidades derivadas de la sentencia a dictarse. El nuevo adjudicatario de los derechos debería suscribir un convenio donde conste la existencia del juicio y su objeto. El 21 de marzo próximo se llevará a cabo una audiencia conciliatoria. Otra cuestión que preocupa a los oferentes es el derecho de acceso a ciertos acontecimientos deportivos de interés general que según la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (26.522) deberían ser transmitidos en directo y en forma gratuita. El socio del silencio es una película canadiense (1978), donde uno de sus protagonistas es cajero de un pequeño banco. Un día cercano a la Navidad, un ladrón disfrazado de Santa Claus desiste del asalto ante la atenta mirada de un niño. Esos movimientos fueron vistos desde el mostrador. Cuando el psicópata armado regresó para concretar su objetivo, el cajero ya había ocultado la mayor parte del dinero de su ventanilla. El caso tuvo una gran repercusión en las noticias. El asaltante decepcionado tras descubrir el engaño, inició el acoso sobre quien se llevó la mayor parte del botín sin decir una sola palabra. Pero hoy esta analogía no vale porque no es víspera de Navidad.
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