Este es el platillo preferido del Papa Francisco que lo conecta con sus orígenes: cuál es
Aunque el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica lleva una vida de gran responsabilidad en el Vaticano, compartir una comida sencilla le permite mantenerse conectado con su verdadera esencia.
El Papa Francisco, conocido por su humildad, su amor por la gente y su conexión con las tradiciones, ha compartido en varias ocasiones cuál es uno de sus platos favoritos, una receta típica de la región de Piamonte, en Italia que le hace honor a su familia.
Este platillo no solo es una delicia culinaria, sino también un símbolo de su amor por la sencillez y la vida comunitaria.
El origen de la Bagna Cauda: el plato favorito del Papa Francisco
La Bagna Cauda (en italiano normativo y en piamontés, bagna càuda, pronunciación: "baña cáuda") es uno de los platos más emblemáticos de la región de Piamonte, ubicada en el norte de Italia.
Se trata de una salsa caliente hecha a base de aceite de oliva, ajo y anchoas, que se sirve tradicionalmente con verduras frescas y crudas como alcachofas, cardos, apio y zanahorias. Su nombre, que significa "salsa caliente" en italiano, refleja su carácter reconfortante y su tendencia a unirse en torno a la mesa.
Este plato tiene sus raíces en una tradición rural que ha sido compartida entre familias y comunidades en Piamonte durante siglos. En la región, la Bagna Cauda es más que un simple plato, es una celebración de la comunidad, el compartir y la solidaridad, valores que también con la vida y el pontificado del Papa Francisco.
El Papa Francisco y la humildad en la mesa
A pesar de su posición como líder de la Iglesia Católica, Francisco ha mantenido una vida de austeridad, incluso cuando se trataba de la comida. Como arzobispo de Buenos Aires, prefería la comida casera, las recetas tradicionales argentinas y las comidas compartidas con amigos y familiares.
El camino de Jorge Mario Bergoglio: de Buenos Aires al Vaticano
Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa el 13 de marzo de 2013, en un cónclave histórico que siguió a la renuncia de Benedicto XVI. La elección de Bergoglio, un cardenal de Buenos Aires, fue un hito importante: era el primer Papa de origen latinoamericano y el primero en ser miembro de la Compañía de Jesús, la orden jesuita.
Su elección marcó un cambio en la dirección de la Iglesia Católica, simbolizando una nueva era de humildad, cercanía con los pobres y enfoque pastoral en temas sociales.
Antes de su elección como Papa, Bergoglio era conocido por su estilo de vida austero y su dedicación a los más necesitados. Durante su tiempo como arzobispo, recorría los barrios más humildes de Buenos Aires, predicando la solidaridad, la justicia social y la cercanía a las personas más vulnerables. Su popularidad entre los fieles se debía a su capacidad para conectar con la gente y su rechazo a la ostentación, lo cual contrastaba con la vida de lujo asociada a la jerarquía eclesiástica.
Cuando Bergoglio fue llamado al Vaticano, su vida dio un giro radical, pero mantuvo intactos sus valores de simplicidad y servicio. Su elección como Papa fue una invitación a cambiar el enfoque de la Iglesia Católica hacia una iglesia más cercana a la gente, especialmente a los pobres y a los marginados.
A lo largo de su papado, Francisco ha abogado por una iglesia más accesible y preocupada por los problemas sociales y económicos globales.
La Bagna Cauda y el vínculo de Francisco con sus raíces italiana
Aunque el Papa Francisco pasó la mayor parte de su vida en Argentina, no olvidó sus raíces italianas. Su familia provenía de Piamonte, la región de Italia donde nació la Bagna Cauda. Este platillo representa para el Papa no solo una tradición gastronómica, sino también un lazo afectivo con su infancia y su familia.
Cómo preparar la bagna cauda, según la receta original
Este plato se disfruta como una especie de "fondue", sumergiendo las verduras en la salsa caliente. La clave de la receta es mantener un fuego muy bajo durante todo el proceso para que los sabores se integren sin que el aceite se queme.
Ingredientes
- 8 dientes de ajo
- 200 g de anchoas en aceite (o saladas, previamente desaladas)
- 250 ml de aceite de oliva virgen extra
- 100 g de mantequilla
- 1 vaso de leche (opcional, se puede usar para suavizar el ajo, pero no siempre es necesario)
- Pimienta negra al gusto
Instrucciones de preparación
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Preparar los ingredientes:
- Si estás usando anchoas saladas, es importante desalar las anchoas dejándolas en remojo en agua fría durante unas horas, cambiando el agua varias veces.
- Pelar los dientes de ajo y picarlos finamente. Si prefieres un sabor menos intenso, puedes blanquear el ajo en agua hirviendo durante un minuto y luego escurrirlo.
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Cocinar la bagna cauda:
- En una sartén grande y de fondo grueso, coloca el ajo picado y una pequeña cantidad de aceite de oliva (unos 2-3 cucharadas). Cocina a fuego lento hasta que el ajo se suavice, pero sin dejar que se dore (aproximadamente 10-15 minutos). Puedes añadir un poco de leche en este paso si deseas suavizar aún más el sabor del ajo.
- Añade las anchoas a la sartén y cocínelas lentamente a fuego bajo, aplastándolas con un tenedor o cuchara de madera hasta que se disuelvan completamente en la mezcla.
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Añadir el aceite y la mantequilla:
- Poco a poco, agrega el aceite de oliva restante y la mantequilla. Remueve constantemente para emulsionar la mezcla y formar una salsa suave y cremosa.
- Cocina a fuego bajo durante unos 10 minutos, sin dejar que la salsa hierva, y ajusta el sabor con un poco de pimienta negra si lo deseas.
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Servir:
- La bagna cauda se sirve caliente en una fuente o recipiente para fondear. Tradicionalmente, se acompaña de una variedad de verduras crudas (como apio, pimientos, zanahorias, hortalizas) o cocidas (alcachofas, patatas, espárragos).
El espíritu de la Bagna Cauda
La Bagna Cauda simboliza una de las virtudes que más destaca en la vida del Papa Francisco: la humildad. Este plato, en su esencia, está destinado a ser compartido en un contexto familiar o comunitario, donde todos participan y disfrutan del mismo manjar.
En sus visitas apostólicas por el mundo, el Papa ha demostrado una y otra vez su amor por la comida local de cada país que visita, en un esfuerzo por acercarse aún más a la cultura de los pueblos que encuentra.