Global66 es una startup nacida en Chile, pero con una visión sin fronteras, de servicios financieros que comenzó ofreciendo envíos internacionales de dinero de bajo costo que hoy se pueden realizar de forma cien por ciento digital a más de 55 destinos.

Incluso sin saberlo, sus fundadores Tomás Bercovich y Cristóbal Forno, tenían alma de emprendedores. Desde chico, Bercovich (actual CEO) trabajó rebuscándosela como vendedor o hasta DJ, mientras que su socio trabajaba en el campo con su padre. Su destino cambió cuando pudieron poner un pie nada más y nada menos que en la escuela de negocios de la universidad de Columbia, donde fueron parte del programa de emprendimientos latinoamericanos de la prestigiosa casa de estudios estadounidense.

Tras un viaje a Londres, uno de los hubs fintech más importantes del mundo, Forno volvió asombrado de cómo el poder de la tecnología estaba cambiando la vida de la gente y lo convenció a Bercovich de mudarse junto con su familia a Londres para meterse de lleno en la industria.

Allí intentaron asociarse a grandes jugadores locales, pero ninguno les abrió las puertas. Por lo que decidieron lanzarse por su cuenta. Pusieron foco en el tema de remesas, que solo en América latina movió US$ 103.000 millones en 2020, según el Banco Mundial, y montaron una ruta de Chile a Perú a modo de MVP. Desde ese momento, su infraestructura comenzó a escalar hasta lo que es hoy: un equipo de casi 300 personas que brinda servicios a Chile, Colombia, Perú, Argentina, Brasil, México, Ecuador y España. 

A mediados del 2021 cerraron su serie A de US$ 12 millones liderada por Quona Capital, con la participación de Magma Partners, Clocktower Technology Ventures y Venrex Investment Management.

Su lanzamiento más reciente es uno que esperan que tenga especial éxito en el mercado argentino. Se trata de una billetera multimoneda, que permite realizar envíos en diferentes divisas desde una misma plataforma y, a la vez, tener capacidad de convertir estas monedas. Así, desde la app, sus usuarios pueden acceder a transformar sus ahorros a distintas divisas: dólares estadounidenses, euros, pesos argentinos, pesos chilenos, pesos colombianos, pesos mexicanos, reales o soles peruanos, con la particularidad de que, en la Argentina, se puede cambiar pesos por dólares incluso por encima del cupo de u$s 200 mensuales.

Esto es posible, según explican desde la fintech, ya que los dólares los "vende" la filial chilena, y el usuario argentino, al transformar pesos a dólares, está saliendo de la billetera local y entrando en la billetera internacional. 

Con esta nueva herramienta, los usuarios pueden crear cuentas en divisas dentro de su billetera de forma automática y gratuita, generar conversiones en las monedas asociadas a los países de origen de la compañía y realizar envíos desde cualquier moneda que se tenga creada a otra billetera Global66 o cuenta bancaria. Según informaron desde la fintech, cualquier persona, independiente de su nacionalidad, pueda abrir una billetera dentro de la plataforma solo con su DNI o pasaporte.

Las conversiones dentro de Global66 operaran bajo la misma lógica del cotizador que viene utilizando la herramienta. El cotizador le muestra al usuario el desglose completo de su conversión como si fuera a realizar un envío de dinero, para que pueda identificar el costo del tipo de cambio, la cantidad que se desea convertir y el tipo de cambio que ha seleccionado. Para poder crear una moneda secundaria dentro de la billetera, no se solicita al usuario ningún tipo de documentación adicional.

En un viaje de prensa en el que estuvo presente APERTURA junto a otros medios de la región, Bercovich se tomó unos minutos para discutir sobre la actualidad del sector y los planes de la compañía:

- ¿Qué problema buscan solucionar desde Global66?

Estados Unidos tiene 300 millones de habitantes y más de 5000 bancos. En América latina somos 600 millones de habitantes y tenemos 150 bancos y de estos 600 millones, más de la mitad no está bancarizada o está sub-bancarizada. Hay mucha falta de acceso y las fintech vienen a simplificar procesos, bajar costos, transparentar y hacerles la vida más fácil a las personas. Nosotros estamos desarrollando productos financieros que de alguna manera van a solucionar gran parte de las necesidades, tanto para personas como empresas. Y vamos a tener operaciones locales, lo que nos va a permitir tener operaciones conectadas a los servicios financieros, es decir, vas a poder hacer una transferencia a un banco y operar en el sistema. Pero, además, nuestra diferencia es que tenemos una capa sobre todos los países que le permite a la persona tener una billetera multimoneda para tener su dinero en su moneda local o en dólares o euros.

- ¿Cómo encaran el desafío regulatorio?

Para fundar la empresa nos fuimos a Londres, vivimos dos años ahí porque Londres es la cuna del mundo fintech. En Europa una empresa puede sacar una regulación en un país y tiene un pasaporte que le permite operar en toda la comunidad europea. Por eso creció tan rápido la industria allí. Lo que ocurre en América latina es que, por supuesto, eso no existe y tenemos que ir país por país, regulación por regulación y eso es un dolor de cabeza. Cada regulador es un mundo y es bien diferente el approach. Ya sacamos más de seis regulaciones en América latina y una en el Reino Unido: tenemos Colombia, España, Chile, estamos muy avanzados en Argentina (esperamos tenerla este semestre) y partiendo en Brasil. En Estados Unidos, por su parte, estamos entrando a través de un partnership con un banco local. Nos tocó diseñar nuestro producto de tal manera que cumpliera con todas las regulaciones de América latina, estamos a merced de los tiempos del regulador.

- ¿Cuál cree que es el país pionero tecnológico de América latina?

Siendo sincero el pionero tecnológico es Argentina. Efectivamente MercadoLibre generó un ecosistema que motivó a otros a emprender, a invertir en otras compañías y se creó un semillero de gente que también emprende. Nosotros queremos construir una compañía global, y siendo consecuente con eso no tenía sentido que estuviéramos todos en Chile. La diversidad del equipo que tenemos hoy es parte de lo que le da valor y tenemos personas de más de 10 nacionalidades distintas que viven muchas de las casuísticas de los productos que estamos desarrollando. Sin ir más lejos, nuestro CIO es argentino y se mudó a Chile, y su llegada fue un desastre porque no puede abrir una cuenta bancaria sin un DNI chileno.

- Estamos viendo cada vez más empresas fintech, ¿cómo cree que va a evolucionar el mercado? ¿Va a haber un winner takes it all?

Creemos que todavía hay una falta de oferta muy potente, hay espacio para muchas empresas que agreguen valor en ciertos mercados y productos y somos totalmente pro competencia. De hecho, estamos terminando de construir una api para que otras empresas puedan ocupar nuestra infraestructura para ofrecerle nuestros productos a sus clientes. Por ejemplo, un banco se puede conectar a nuestra tecnología y ofrecerles transferencias a sus clientes a más de 50 países. Somos totalmente pro apertura porque termina ganando el cliente final. Tenemos que competir por quién lo hace mejor en el conjunto. Que haya más players nos ayuda a mejorar y a desafiarnos. Como toda industria, cuando entran muchos competidores se va ajustando. Unos se compran a otros, algunos mueren y empieza a haber una consolidación. Eso va a ocurrir sin duda. Pero igualmente, como decíamos que en América latina hay pocos bancos, cada empresa puede ir encontrando su nicho, su producto y yo no creo que sea un winner takes it all, pero tampoco van a haber cientos de billeteras en cada país.

- ¿Cómo seguirá el camino para ustedes? ¿Están pensando en comprar otras empresas?

Sí, totalmente. Dentro del roadmap hay una estrategia de M&A, de comprar empresas que puedan apalancar nuestro producto, que agreguen valor a nuestra infraestructura. Por otro lado, acabamos de lanzar nuestra billetera multimoneda y en las dos primeras semanas sumamos un millón de dólares. Hoy en día con la devaluación de las monedas latinoamericanas (prácticamente todas las monedas de América latina se han devaluado al menos un 10 por ciento en los últimos 18 meses) las personas necesitan algún resguardo. Además, pronto vamos a lanzar una tarjeta MasterCard. Vamos a permitirles a las personas moverse de país y operar, viajar, pagar, pedir crédito, independientemente de dónde nació y de dónde quiera vivir.