Costa Atlántica: empresarios irán a la Justicia contra la Provincia por las restricciones

Comerciantes gastronómicos y de la industria del entretenimiento alertan que las nuevas medidas provocarán un impacto en su actividad y reclaman su reversión,  mientras esperan reunirse con las autoridades municipales

En la Costa Atlántica, crece la preocupación y el descontento entre empresarios gastronómicos y de la industria del entretenimiento, tras las restricciones que impuso el Gobierno bonaerense el fin de semana, desde la 1 hasta las 6 horas para las actividades no esenciales, incluido el comercio 'nocturno'.

El sector se manifestó en desacuerdo con el tope horario para el funcionamiento de los locales y llevará el planteo a la Justicia. "Entre hoy y mañana, iniciaremos un amparo en los tribunales de La Plata por la disposición que rige en la provincia, similar a la presentación que realizaremos por la Ciudad de Buenos Aires", adelanta el abogado Martín Francolino, en representación de los comerciantes que se reúnen por estas horas para definir los pasos a seguir.

Asimismo, el empresariado de la Costa mantiene conversaciones con el gobierno local para dar marcha atrás con la medida, mientras crecen los casos de coronavirus. "Hoy nos reuniremos para evaluar una reacción unificada y esperamos concretar un encuentro mañana con el municipio para revertir la decisión. Estamos en 'terapia intensiva'", señala el vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, Rodolfo Parato, quien también es socio del Torreón del Monje, uno de los íconos de la ciudad balnearia.

El sector le acercará a las autoridades provincuales una propuesta consistente en dos ejes fundamentales: la habilitación para funcionar una hora más (hasta las 2 de la mañana, en lugar de la 1) y garantías de que el recorte horario no se acentuará en lo que resta de la temporada.

Cabe resaltar las diferencias del impacto de las nuevas medidas en cada uno de los protagonistas del rubro. El golpe no es el mismo para las cervecerías, los pubs y las discotecas, ahora reconvertidas en bares con mesas al aire libre, que, hasta antes de las restricciones, recibían clientes hasta las 3 de la madrugada, que en el caso de los restaurantes, funcionan hasta pasada la medianoche. 

Sin embargo, todos tienen un punto en común: en mayor o menor medida, ninguno se salva del daño económico que les ocasiona el horario limitado de apertura. Según la Cámara  Empresaria de Discotecas y Bares de la provincia de Buenos Aires (Cedibba), ya cerraron al menos 48 discotecas y 30 bares en el distrito.

"Se estima que, durante el aislamiento obligatorio, se registraron hasta tres cierres diarios de bares y restaurantes. El golpe es letal y no vemos que se obtengan beneficios en el aplanamiento de la curva de contagios. Ya se trabaja con un 30% de aforo, lo que implica un 70% menos de la capacidad habitual. Ahora, la consecuencia no será solo una caída en las reservas y las ventas, sino también en la menor afluencia de turistas, que eligirán vacionar otros destinos en desmedro de las playas", considera Parato.

Desde La Única, cervecería que abrió hace cinco años en Bunge y Libertador, la tradicional esquina de Pinamar, anticipan que no podrán mantener el plantel actual de 14 empleados. "También tendremos que bajar a la mitad el número de proveedores", reconocen. 

En tanto, el dueño de un importante complejo bailable, que prefirió el off, asegura que "la medida se traduce en hon horas de facturación menos, sobre todo, si se tiene en cuenta que buena parte del año fue a pérdida por la cuarentena". 

"Esperábamos la temporada con muchas ansias, luego de un 2020 en el que fuimos víctimas de la pandemia y las decisiones del Gobierno que nos perjudicaron. Hoy, más que nunca, esta temporada, que pese a que congrega a menos de la mitad de turistas que el verano pasado, es el momento para recomponer la caja. Si la situación se extiende, probablemente no podremos aguantar más", se sincera

"Soportamos más de seis meses cerrados sin ingresos y, ahora, el Estado parece encontrar la solución en limitar a los sectores que prestan servicios de noche, como si fueran los culpables. El Gobierno no pudo poner orden en la cantidad de fiestas clandestinas y reuniones privadas", apunta Eduardo Sempe, vicepresidente de la Cámara de la Industria del Entretenimiento Argentino (Idear), que nació durante la cuarentena y agrupa a 400 empresas, que nuclean a 1000 establecimientos con 100.000 empleados a nivel nacional.

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