Empezaron su negocio con solo dos autos y ya hacen 20.000 viajes al mes: facturan $ 635 M

Con 25 años en el mercado, debió cambiar su foco para atravesar la pandemia. La historia de la empresa de traslados que arrancó con un Fiat Tempra y un Renault 21

 Tras la muerte de su padre, los hermanos Alberto, Maximiliano y Martín Carrara decidieron emprender ante la necesidad de generar ingresos. Con 22, 21 y 18 años respectivamente, invirtieron US$ 30.000 con los que compraron un Fiat Tempra y un Renault 21 y alquilaron una oficina. Empezaron haciendo traslados para empresas, manejando ellos mismos los autos, porque veían que en el mundo corporativo todos los viajes se manejaban de manera informal. 

Era 1994, de día manejaban y de noche buscaban clientes. Vivían en la misma oficina de microcentro que habían alquilado y repartían carpetas entre los edificios vecinos. El primer proyecto grande llegó dos años después, cuando ganaron una licitación de la asamblea anual del Banco Interamericano. Iban a necesitar cerca de 400 autos y tenían tres meses para encontrar a choferes con vehículo propio que cumplieran con los estándares a los que apuntaban. A partir de ese momento, la empresa comenzó un camino ascendente, siempre con el modelo de buscar conductores que aportan su auto, mientras ellos asisten a los clientes a través de una mesa operativa que está activa todos los días las 24 horas. 

En los comienzos, Traslada se focalizó en autos, para viajes individuales. Después comenzó a ofrecer traslados grupales con combis o buses de hasta 48 pasajeros y traslados a plantas. Para dar ese salto buscó socios estratégicos para crecer con otras empresas que contaran con ese tipo de vehículos. 

El papel fue reemplazado por un handy y, luego, por una web de reservas. El último paso tecnológico fue el lanzamiento de una app para conductores y clientes. Desde 2019 los tres hermanos salieron del día a día de la compañía, aunque forman parte del directorio, y quien lleva adelante la operación es Gonzalo Santander, actual CEO de la firma que hace más de 20.000 traslados por mes.

Había muchos planes para 2020, pero estalló la pandemia. "El negocio de traslado de personas cambió mucho. Muy pocos tenían autorización para trabajar, y había solo un grupo de industrias habilitadas. Cambió el perfil de las personas que fueron a la oficina. Los que tenían que ir a la planta eran los operarios o personal de limpieza. Cambiamos el perfil de las personas que trasladábamos y los horarios de trabajo", explica Santander y menciona que las primeras semanas de cuarentena fueron "caóticas": muchos choferes no se sentían cómodos para salir a trabajar y tuvieron que invertir en acrílicos divisores y artículos sanitizantes para darles seguridad. También debieron garantizar el home office para las 90 personas de sus oficinas en la Argentina y Uruguay. 

"A medida que fueron habilitando actividades, muchos que no podían moverse en trasporte público tuvieron que poner un trasporte para los empleados, y ahí tuvimos mucho crecimiento", aclara el CEO. 

Y el movimiento siguió. La clave del negocio, explica Santander, es que los vehículos estén siempre andando. Por eso, con el boom del e-commerce decidieron meterse en el negocio de la paquetería. "Lo hicimos en el momento justo, a fines de 2019 y con la pandemia quintuplicamos las ventas en 2020". 

Otra unidad que creció fue la de fletes corporativos, que se mantuvo activa por la necesidad de muchas empresas de equipar a sus empleados con mobiliario para home office. "Lo negativo fue que teníamos planes de inversión en Neuquén, para traslados relacionados con Vaca Muerta, y tuvimos que posponerlo", aporta Santander. Para este año están lanzando una app enfocada en el mundo corporativo, pero en un segmento de emprendedores y PyMEs.

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