Una propuesta cultural que, además, cuida el medio ambiente

Una productora uruguaya de cine ideó Verano a Pedal, una iniciativa donde los mismos espectadores generan la electricidad necesaria para la función. Además, neutralizan sus emisiones de carbono.

T odos coincidirán en que ver películas al aire libre y de forma gratuita es una gran idea. Si a esa propuesta, que convoca por igual a todas las personas sin importar edades o intereses, se le suma una acción que cuida activamente al medio ambiente el combo es perfecto. Desde Uruguay, Verano a Pedal ha logrado todo esto y se convirtió en uno de los eventos culturales más esperados del año.

La convocatoria se hace en espacios públicos y sin cobrar entrada. Como en muchos de los pueblos y ciudades a los que llega la gira Verano a Pedal no tienen salas de cine, el evento se vuelve una cita aún más especial. Pero lo que tiene de realmente novedoso es que son los mismos espectadores los que generan la electricidad necesaria para cada función ¡usando bicicletas!

La productora que realiza esta movida cultural, Efecto Cine, utiliza una infraestructura para cada función que consta de 10 bicicletas fijas y 10 bases en donde el público puede colocar sus propios rodados desde infantiles hasta adultos (no importa qué modelo tengan). También dispone de un pedal de mano, para que ningún impedimento físico excluya a nadie.

Los concurrentes se ofrecen como voluntarios, se suben a las bicis y, cada tanto, se van rotando para no cansarse. Al pedalear se produce la energía que se acumula en un sistema de ultracapacitores, para luego estabilizarse y transformarse en 220V. De allí se distribuye al proyector, equipo de sonido y demás componentes.

La clave está en nunca dejar de pedalear. Así los espectadores generan los 1300 watts necesarios para abastecer a la pantalla inflable donde se proyectan los films y para mantener activos los equipos. Es decir, un evento cultural hecho con fuentes de energía limpias, renovables y sin emisiones contaminantes para la atmósfera.

El sistema Efecto Pedal es muy versátil: pude emplearse para eventos deportivos, musicales y corporativos. Inclusive, haciendo los arreglos necesarios, se pueden realizar funciones hasta para 1.500 personas. "Es 100% energía humana: si la gente no pedalea no hay película", explica Martín Wozniak, uno de los productores.

Más compromiso real, menos greenwashing

Las primeras giras de cine itinerante comenzaron en 2008 y desde entonces ya suman un total de 700.000 espectadores quienes disfrutaron de 900 funciones en más de 130 localidades de Uruguay. La tecnología de Efecto Pedal llegó en 2015 y fue gracias a la elección de esta plataforma, única en su tipo en todo el hemisferio sur, que pudieron volverse 100% sustentables.

 

Desde Efecto Cine entendieron que más allá de la poderosa demostración del potencial de las energías limpias debían ser coherentes al máximo con su propuesta. Por eso trabajaron para que Verano a Pedal neutralizara 100% sus emisiones de carbono.

Para lograrlo, tras cada una de las funciones, se realiza una plantación de especies de árboles autóctonas en áreas seleccionadas y preparadas en conjunto con los gobiernos locales de cada departamento. De este modo quedan compensadas las emisiones de CO2 que se generan por el transporte que implica recorrer el país.

Otra característica de las energías limpias que se hace patente es la independencia que brinda no estar conectados a la red. Sólo así se puede explicar que una de las funciones del verano pasado se realizó en Cabo Polonio, una playa que se caracteriza por no tener electricidad (ni agua corriente).

A fuerza de pedaleo esta propuesta allana el terreno para que todos puedan disfrutar del mejor cine. No importan las barreras físicas, geográficas o monetarias, el sistema de Efecto a Pedal lleva cultura allí donde haya espectadores. Así se traspasaron fronteras y se pudo proyectar también en Chile, Brasil y Colombia.

Por el cine nacional

Cada función es una ocasión perfecta para proyectar títulos nacionales. En 2018 se realizaron 38 funciones en las que se ofreció un espectáculo de calidad. El film elegido esta vez fue "Mi mundial" que se pudo ver en Full HD y sonido de alta fidelidad.

 

Diego Parodi, director de Efecto Cine, explica "generamos espacios de convivencia para proyectar cine uruguayo, especialmente porque hay pocas posibilidades de exhibirlo no sólo por la competencia con títulos extranjeros sino también porque hay localidades donde no hay cines de por sí".

Sylvia De los Santos, una de las espectadoras de la última gira quedó maravillada tras participar. "Es una brillante iniciativa por donde se mire. Es muy valorable que hagan llegar el cine a pueblos del interior que de otra manera no acceden a él. Volví a mi infancia y agradezco que mi hijo de 10 años pudiera vivir esto otra vez", expresó.

Con la época estival acercándose, Parodi y todo el equipo empiezan a preparase para vivir otro Verano a pedal. Cuando la cultura y la sustentabilidad se unen, el éxito está asegurado.

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