La tasa de natalidad de China disminuye por los costos de crianza

Hay crecientes temores de que la prosperidad económica se vea afectada por una caída en la población joven

Hace dos años, después del nacimiento de su hija, el esposo de Chen Xianglin, sus padres y sus suegros la alentaron a tener un segundo hijo, pero ella se mostró renuente.

"Valoro la educación y el desarrollo integral de mi hija, y la importancia de pasar tiempo juntas", dijo la contadora de 26 años. "Cuando pienso en tener que trabajar y en la presión económica, creo que tener un hijo es suficiente".

Un número cada vez mayor de mujeres en China está tomando la misma decisión. La cantidad de nuevos nacimientos en China se redujo en 2 millones el año pasado, alcanzando 15,2 millones, el segundo año consecutivo de disminución desde que China revocó su polémica política de "hijo único" en 2015. La población de China aumentó un 0,38% el año pasado, una tasa comparable a la de los países de Europa occidental. Fue el ritmo más lento de crecimiento que se ha visto desde 1961, cuando el país estaba luchando con las consecuencias de una hambruna que mató a cerca de 40 millones de personas.

Aunque la población está creciendo, Beijing estima que alcanzará su punto máximo en 2029 de aproximadamente 1440 millones antes de disminuir. Algunos argumentan que esto indica una desventaja económica para el país, ya que la reducción de la población en edad de trabajar reduce la cantidad de bienes y servicios que se pueden producir.

Además del declive general de la población, el envejecimiento de la población intensificará la reducción de la fuerza laboral de China. El número de personas mayores de 60 años alcanzará 479 millones, o aproximadamente un tercio de la población en 2050, un aumento de aproximadamente 16% comparado con la actualidad, según estimaciones de investigadores de la universidad Renmin en Beijing.

Las tendencias de la población reducirán el crecimiento del PBI chino en un 0,5% anual durante las próximas décadas, dijo Wang Feng, demógrafo de la Universidad de California en Irvine, una tendencia que se haría más pronunciada a medida que el crecimiento se desacelere. "Restarle medio punto porcentual a una tasa de crecimiento de 6% es mucho menos significativo que hacerlo cuando la tasa de crecimiento se reduce a 3%", dijo.

El envejecimiento de la población se asocia con la caída de las tasas de crecimiento en la mayoría de los países, especialmente en Japón y Europa occidental, y significa que una mayor parte de la actividad económica se dedicará a la atención de las personas de edad avanzada en comparación con la inversión que aumenta la productividad. Pero los economistas señalan que China está envejeciendo a un nivel relativamente bajo de ingreso per cápita en comparación con sus homólogos del mundo desarrollado, lo que significa que los trabajadores tienen una productividad relativamente baja, que se calcula como el PBI por hora trabajada, lo que le da al país más espacio para aumentar la producción económica de su fuerza laboral.

China también tiene espacio para aumentar la producción al elevar la edad de jubilación de los actuales 60 años para hombres y 55 para mujeres.

Sin embargo, en un esfuerzo por aumentar las tasas de fertilidad, la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar de China ha estado evaluando una propuesta para eliminar por completo los límites de natalidad, según un comunicado enviado por fax. Es poco probable que esto haga mucha diferencia sin los esfuerzos para reducir los costos de desembolso de la crianza de los hijos o para hacerle frente a barreras como la discriminación contra las mujeres en la fuerza laboral y las expectativas de que las mujeres deben realizar la mayor parte del trabajo de la crianza de los niños.

Según los demógrafos, las tasas de fertilidad estaban cayendo incluso antes de que se impusiera la política de hijo único, conforme las mujeres recibieron más educación y más mujeres ingresaron en la fuerza laboral.

Una encuesta realizada el año pasado por FT Confidential, un servicio de investigación, encontró que más de la mitad de las parejas casadas que se demoraron en tener hijos mencionaron el alto costo de criar a un hijo. "¿Por qué es tan baja la fertilidad? Es obvio. Tener un hijo es extremadamente caro", dijo Stuart Gietel Basten, profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong.

Aunque el ingreso familiar de Chen de 300.000 yuanes (u$s 44.362) la coloca cómodamente en la clase media, las tarifas de guardería por sí solas pueden alcanzar 50.000 yuanes al año. Las clases después de la escuela y los viajes familiares pueden elevar el costo de la crianza a 100.000 yuanes más por año, dijo, y agregó que tenía más expectativas para su hija que las que pudieran haber tenido sus padres cuando ella era niña. "Mis padres piensan que si un niño está abrigado y vestido es suficiente", dijo Chen.

Las medidas para aumentar el gasto del gobierno en el cuidado de los niños pueden resultar impopulares en China. Un artículo de dos profesores de la Universidad de Nanjing instando a todos los ciudadanos menores de cuarenta años a pagar más impuestos para subsidiar a las familias que tuvieran un segundo hijo provocó indignación después de que los medios estatales lo publicaron el año pasado. Tampoco está claro cómo podrían pagarse estos servicios adicionales, dada la pesada carga de la deuda de muchos gobiernos locales.

El profesor Wang dijo que aumentar las tasas de natalidad requeriría una "reestructuración social fundamental. Esto no es algo que el gobierno chino es capaz de realizar, ni está resuelto a realizar".

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