¿Están Donald Trump y Xi Jinping preparados para bailar tango?

La cumbre del G20 en Argentina empieza en menos de tres semanas y crece la expectativa.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump se estará reuniendo con su par chino Xi Jinping al margen del encuentro de líderes mundiales que se llevará a cabo en Buenos Aires, y el resultado podría ser una tregua en la guerra comercial entre Beijing y Washington, o una escalada en la disputa.

Desde principios de noviembre, crecen las probabilidades de que surja algún tipo de cese del fuego. Trump promocionó la posibilidad de una tregua después de haber mantenido una comunicación telefónica con Xi antes de las elecciones legislativas norteamericanas lo cual ayudó a sostener los mercados. Lo volvió a hacer durante su conferencia de prensa posterior a los comicios.

"Vamos a tratar de cerrar un acuerdo con China porque quiero mantener una excelente relación con el presidente Xi, y también con China", afirmó el mandatario.

Las apuestas son altas. Si no se llega a un acuerdo, el escenario más probable es que el arancel sobre la mayoría de los u$s 250.000 en importaciones provenientes de China suba de 10% a 25% en enero. Trump podría entonces proceder a lo que los funcionarios norteamericanos describen como la fase tres de enfrentamiento comercial con Beijing, fijando aranceles sobre todas las exportaciones chinas que ingresan a EE.UU.

Debido a la probabilidad de que China tomerepresalias sobre la mercadería y las inversiones norteamericanas y a los costos para ambos lados, existe la tentación de pedir una pausa en las hostilidades. Hay una representación dentro de la administración Trump, incluyendo Steven Mnuchin, el secretario de Tesoro, y Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional, que preferiría ver que eso suceda. Jared Kushner, yerno del presidente, también participó de las conversaciones con funcionarios chinos.

Mientras tanto, hay señales de que crece la inquietud entre los intransigentes porque para ellos un acuerdo sonaría a debilidad y podría obstaculizar el traslado de cadenas de abastecimiento de China a Estados Unidos, un objetivo principal. El viernes, Peter Navarro, asesor sobre comercio en la Casa Blanca, pidió que "los multimillonarios globalistas" de Wall Street dejen de presionar a la administración para que haga promesas.

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