SHELL Y TOTAL COMPRARON FIRMAS DE TODA LA CADENA DE ABASTECIMIENTO ELÉCTRICO

El mercado energético es el nuevo botín de las grandes petroleras

El avance tecnológico y la amenaza del cambio climático fuerzan a las empresas a repensar sus estrategias. Cada sector se disputa el territorio del otro

Hace diez años, las compañías petroleras vendían combustible para que los vehículos recorran los caminos, mientras que los grupos de servicios públicos proveían electricidad y gas. Hoy, esa vieja división se está desdibujando: los servicios públicos pueden llenar el auto y las petroleras quieren mantener las luces encendidas.

El avance tecnológico y la amenaza del cambio climático fuerzan a los dos sectores a repensar sus estrategias, y ambos quieren ingresar en el territorio del otro.

El resultado será un período de intensa competencia e inestabilidad, porque las compañías que antes podían mayormente olvidarse de las otras ahora están obligadas a pelear por el dominio.

El domingo Royal Dutch Shell, uno de los grupos de petróleo y gas más grandes del mundo, anunció que su firma de energía eléctrica minorista First Utility pasará a llamarse Shell Energy con 700.000 hogares conectados a energía renovable.

A los consumidores se les ofrecerá no sólo electricidad más limpia sino descuentos en carga rápida para sus vehículos eléctricos, banda ancha y tecnologías para hogares inteligentes.

Shell presentó la idea de convertirse en 2030 en la compañía eléctrica más grande del mundo.

Mientras tanto, Enel, el grupo italiano de electricidad que según algunas mediciones es hoy el dueño de ese título, la semana pasada recalcó el rápido crecimiento de su red de puntos de recarga para autos eléctricos. Para fines de 2018 había instalado 49.000 en todo el mundo, cifra que muestra un crecimiento de 63% en el año, dijo su CEO Francesco Starace cuando anunció los resultados anuales.

En el lado petrolero de la industria eléctrica, la presión de los inversores está obligando a las compañías a buscar maneras de reducir las emanaciones de gases con efecto invernadero, mientras el crecimiento de los vehículos eléctricos amenaza con poner un freno al crecimiento de la demanda de crudo.

Vitol, la comercializadora de energía independiente más grande del mundo, dijo la semana pasada que calcula que la demanda de petróleo alcanzará su pico en 15 años, y quiere focalizarse en la comercialización de combustibles y energía más limpia en los próximos años.

Total, el grupo francés de petróleo y gas, tiene un mensaje similar. "Realmente pensamos como una compañía de energía", dijo Philippe Sauquet, su presidente de gas, renovables y energía, durante la reciente exposición CERAWeek en Houston. "Y ser una compañía de energía, por supuesto, nos lleva a la electricidad, que es el segmento de consumo energético que más crece."

Mientras tanto, del lado de los servicios públicos los autos eléctricos ofrecen una oportunidad de expansión en un momento en que las economías flojas y la mayor eficiencia han desacelerado mucho el crecimiento de la demanda.

"La movilidad eléctrica potencialmente es una oportunidad importante" dijo Alberto Piglia, director de la división movilidad eléctrica en Enel. "Si para 2040, el 40% de los vehículos vendidos serán eléctricos, eso abre toneladas de oportunidades de negocio, no sólo en el consumo de electricidad sino también en la gestión de las estaciones de recarga", agregó.

Iberdrola de España, anunció un acuerdo con Nissan para trabajar juntos en España, Gran Bretaña, Estados Unidos y Brasil en diferentes maneras de integrar a los autos eléctricos a la red de energía eléctrica.

Iain Conn, CEO de Centrica, la dueña de British Gas, dijo que recibió un "bombardeo" de consultas provenientes de fabricantes de autos eléctricos que quieren asociarse.

Shell y Total han comprado compañías a lo largo de la cadena de abastecimiento eléctrico, desde generación renovable y almacenamiento de baterías hasta recarga de vehículos eléctricos y electricidad residencial.

Los menores costos de los renovables y las baterías, y las innovaciones en la gestión de redes eléctricas, están derrumbando el modelo estándar de abastecimiento eléctrico. Los hogares y las empresas pueden tener acceso a sus propios recursos locales, como paneles solares en el techo, almacenamiento de energía en baterías y tecnología de respuesta a la demanda, lo que reduce el consumo eléctrico cuando hay tensión en la red.

"Uno va de un sistema predecible a un complejo sistema intermitente", dijo Maarten Wetselaar, director de gas y energías nuevas en Shell. "La cantidad de comercialización y optimización que ahora es posible lograr en el mercado energético es realmente una buena oportunidad para quienes sean buenos en comercialización de energía. Y nosotros somos muy buenos en comercialización de energía", agregó.

El retorno sobre el capital tradicionalmente ha sido inferior en el sector energía que en petróleo y gas, y los analistas del sector se preguntan si las compañías normalmente focalizadas en el negocio del sucio petróleo podrán generar el mismo nivel de ganancias con su nueva energía más limpia.

Pero Shell y otros nuevos participantes, como Centrica, ven su futuro en el abastecimiento de servicios energéticos, desde medidores inteligentes hasta baterías, que finalmente podrán generar retornos superiores.