El gas, en el eje central de la transición
Recibir a los máximos responsables de las políticas energéticas de las economías más importantes del mundo, otro hito de gestión.
En la ciudad patagónica, la cita que marcó no solo la primera visita oficial al país del secretario de Energía estadounidense, Rick Perry quien manifestó sus intenciones de volver, para visitar Vaca Muerta, sino la última de la que participó Juan José Aranguren como ministro de Energía y Minería nacional.
El ambiente en que se desarrollaron as negociaciones fue tenso, especialmente entre los Estados Unidos y la Unión Europea. ¿Los puntos en conflicto? El cambio climático y el comercio, en línea con lo que viene sucediendo en las negociaciones internacionales y se anticipa para la Cumbre de Líderes del G20 que tendrá sede en Buenos Aires, a fines de noviembre. El comunicado final, publicado al culminar el encuentro, fue un reflejo de las divisiones: una enumeración de puntos sin compromisos ambiciosos. En este sentido, las metas de descarbonizar la economía delineadas en la Declaración de Pittsburgh de Líderes de 2009 y el Acuerdo de París no forman parte del texto.
El gas fue la fuente que mayor centralidad tuvo durante los debates. Tanto así que, en el comunicado final, se la "abraza" como una energía de transición.
"Reconocemos el rol clave que el gas natural actualmente cumple para muchos países del G20 y su potencial para expandirse en las próximos décadas, apoyando las transiciones hacia sistemas de energía de menores emisiones. Nos esforzaremos por mejorar el funcionamiento, la transparencia y la competitividad de los mercados del gas, con una mirada estratégica de la cadena de valor incluyendo al Gas Natural Licuado (LNG) y las instalaciones de almacenamiento a nivel global", es lo que dice el texto.