EL PRESIDENTE AÚN NO ALUDE A LA CORRIDA CAMBIARIA

El Gobierno despega a Macri de la "tormenta" e insiste con la corrupción K

La Casa Rosada mantiene la cautela por temor a más coletazos de la crisis turca. Por ahora, la agenda de Macri se aleja de la coyuntura económica

Tras una nueva corrida cambiaria, el Gobierno decidió despegar al presidente Mauricio Macri de la "tormenta" que golpea el escenario económico. El ala política de la Casa Rosada mantiene la cautela por temor a que la crisis de la lira turca siga impactando esta semana sobre los mercados emergentes y profundice la devaluación del peso. En tanto, el discurso oficial alerta que "los cuadernos K" van a impactar sobre la coyuntura económica y que podría frenar la llegada de inversiones, en busca de realzar el eje anticorrupción por sobre la macroeconomía.

"Mauricio no es el vocero para dar detalles financieros", comentaron desde la Casa Rosada, ante el silencio del jefe de Estado sobre la fuerte devaluación de ayer. El mandatario se reunió por la mañana con sus principales asesores como el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la dupla de controladores de la gestión como Gustavo Lopetegui y Mario Quintana; y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. En Balcarce 50 mantienen la prudencia ya que no saben cuánto afectará la corrida a la economía argentina. "Son variables que no podemos manejar nosotros", comentan en Gobierno.

Hay gestos que llaman la atención. A diferencia de la mayoría de los martes, hoy no habrá reunión de Gabinete, en las que Peña aprovecha para comentar a los medios la posición del Gobierno. La Casa Rosada hoy estará atenta al vencimiento de Lebac.

Hasta ahora, el vocero oficial de esta corrida cambiaria fue el presidente del Banco Central, Luis Caputo. Tal como dijo el ex ministro de Finanzas, en el Gobierno vinculan "los cuadernos K" con la inestabilidad de la moneda. El mensaje es que "la corrupción que se destapa" afecta a posibles inversionistas quienes prefieren no apostar por Argentina por temor a que un "Lava Jato" sacuda al sistema político del país, como ocurrió en Brasil.

El otro vocero había sido Peña quien adelantó una semana sombría. En una entrevista con La Nación advirtió que el Gobierno busca "evitar una gran crisis económica" y dio por hecho que se avecinan dos meses con malos resultados económicos hasta octubre. No parecía un comentario casual. Ayer el Banco Central subió a 45% la tasa de interés que se mantendrá en ese nivel hasta octubre y así enfriará la economía.

Las malas noticias no las está difundiendo Macri. De hecho, ayer Presidencia informó el desarme de las Lebac a través de un comunicado del Ministerio de Hacienda. Es una medida que va en línea con el acuerdo que firmó Argentina con el FMI.

Por el momento, Macri se aleja de la discusión económica mientras apela a la crisis cambiaria con el eufemismo de la "tormenta". Macri insiste con bajar el déficit fiscal y resalta el apoyo del FMI. A su vez, el Fondo, que necesita mostrar un resultado positivo con Argentina, ayer salió a respaldar las medidas de Caputo.