El cáncer y el silencio de los países en vías de desarrollo

La tecnología aplicada a la medicina ha permitido el desarrollo de innumerables tratamientos para el cáncer pero los gobiernos son incapaces de pagarlos", afirma el Subdirector médico del Instituto Nacional del Cáncer de Chile, Sergio Becerra.

 

Europa, Estados Unidos y Japón actúan como centros generadores de nuevas tecnologías que demoran en demasía en llegar a los pacientes, que no cuentan con el dinero para financiar nuevas terapias, y no están amparados por políticas públicas adecuadas que aseguren la incorporación de los avances a los sistemas de salud de modo sostenible, con equidad y eficiencia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer es la segunda causa de muerte a escala mundial. Con ocasión del Día Internacional del Cáncer en 2017 señalaba que el 70 % de las muertes suceden en África, América Central y Sudamérica, con una tasa de mortalidad que aumenta rápidamente en los países de ingresos bajos y medianos, lo que impone una gran tensión en sus sistemas de salud. Asimismo denuncia que sólo el 14 % de los pacientes que necesitan cuidados paliativos, los reciben.

Sin hacer mención a tratamientos de última generación como pueden ser las terapias biotecnológicas, si hablamos de radioterapia, podemos afirmar que en África hay 30 países que no poseen ninguna unidad de radioterapia. El problema es especialmente grave en África Subsahariana, donde más del 80% de la población vive sin un acceso a una radioterapia básica, hay equipos con más de 60 años de uso o bien no pueden aspirar a otros tratamientos del cáncer.

En América Latina si bien se ha tenido un progreso considerable en algunas áreas específicas en la prevención del cáncer, los presupuestos gubernamentales aún son exiguos. La aprobación regulatoria de terapias innovadoras, su inclusión en vademécum o cuadros básicos es lenta y fragmentada.

En el estudio "Control del Cáncer, acceso y desigualdades en América Latina" realizado por The Economist Inteligencie Unit en 2017, se señala que solo Chile y Uruguay tienen equipos de radioterapia suficientes; en cuanto a las terapias utilizadas en los países bajo estudio, resultan antiguas y presentan ineficiencias y desigualdades entre los distintos centros sanitarios.

En Argentina, cada año mueren 60.000 personas, teniendo la puntuación más baja en planificación y financiamiento dentro de los 12 países objeto de estudio. Hay diferencias sustanciales para los ciudadanos de acuerdo al subsector de la salud en que se atiendan, hoy representados por la salud pública, la seguridad social, los seguros privados, y el PAMI.

The Lancet Oncology Commission, en el informe sobre la "Planificación del control del cáncer en América Latina y Caribe" hace una clara mención a los efectos adversos de la fragmentación del sistema de salud que afecta de manera desproporcionada a los sectores pobres en calidad, coste y resultados. La OMS en su informe de 2017 señala que Argentina tiene el sistema de salud que quizás sea de los más segmentados y fragmentados de las Américas, siendo uno de los grandes obstáculos a superar.

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