Caputo, el primo del amigo; Dujovne, el preferido del FMI

Mauricio Macri, para diferenciarse aún más de Cristina Kirchner, pregonó desde el primer día de su Gobierno la independencia del Banco Central.

Aunque las distintas intervenciones para tratar de controlar algo la depreciación del peso fueron la primera señal de que lo que se pensaba desde Balcarce 50 luego, de alguna forma, se aplicaba bastante en el BCRA. Es decir, no era como con Cristina, pero la independencia era una palabra que no encajaba con la situación dada.

Cuando en junio, Luis ‘Toto’ Caputo reemplazó a Federico Sturzenegger, las alarmas aumentaron. Es que el primo del mejor amigo del presidente ya era un hombre de confianza en el elenco de Macri porque ocupaba la Secretaría de Finanzas.

Caputo, con su estilo menos académico pero con más ‘calle’ que su antecesor, hizo  lo que sabe hacer. En plena crisis de confianza del peso, como buen conocedor de las mesas de dinero jugó al límite y sobre la hora para poder domar a un dólar que en agosto parecía desbocado. 

Pero lo que eyectó a Caputo del Central no fue precisamente que el dólar pasara de 30 a casi 40 pesos durante su corta gestión ni tampoco porque se lo haya escuchado reclamar mayor independencia de la entidad que estaba a su cargo.

Más allá de que el ex titular del BCRA atribuyó su renuncia a causas personales, las razones parecen ser otras. Hacerlo justo cuando Macri y el ministro de Economía, Nicolás Dujovne se encuentran en Nueva York para presentarse ante la ONU, no hace más que elevar las sospechas de esto último.

Algunos hablaron que la estrategia de Macri era que hoy se hable de Caputo y no del paro.

Sin embargo, desde el Gobierno hicieron trascender que lo del ahora ex titular del BCRA fue un desplante.

Entre tanto, en el mercado creen que una pelea con Dujovne (desmentida por el ministro) fue una de las dos razones de la renuncia de Caputo. La otra es que Dujovne no solo pasó de estar con un pie fuera del Gobierno a ser un hombre clave por elección de Macri, sino porque es el funcionario con el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prefiere negociar.