Macrinomics: ahuyentar el ajuste

Los estrategas de Cambiemos buscan atenuar la imagen neoliberal de Mauricio Macri y asociarla a una visión desarrollista de la economía. En esa dirección se explica el nuevo rol de voceros del equipo económico asumido en el último tiempo por Rogelio Frigerio y Alfonso Prat Gay. Crecer para expandir la economía y el empleo, eje de las propuestas.

Quizá sea por su origen, que lo muestra como el mayor de los hijos del matrimonio entre una integrante de una familia de terratenientes de Tandil y un reconocido empresario ítaloargentino. O por su educación, que lo llevó a ser ingeniero civil recibido en la UCA.

Tal vez tenga que ver con su desarrollo profesional, que lo vio pasar por el Departamento de Crédito del Citibank, fundar Mirgor con su amigo Nicolás Caputo y crecer en el mundo empresario de la mano del grupo familiar Socma, al ejercer la conducción de la constructora Sideco y la automotriz Sevel, entre otras compañías de un holding cuya facturación, por aquellos años, se contabilizaba en cientos de millones de dólares.

O se relacione con su rol de dirigente deportivo, que ejerció como presidente de Boca Juniors a lo largo de 12 años, en uno de los períodos más exitosos en materia económica y deportiva por los que haya atravesado el club de la Ribera, caracterizado por la compra de juveniles que se convirtieron en figuras, la remodelación del estadio y la creación de un Fondo de Inversiones para la adquisición de jugadores, que concluyó con su salida de la institución.

Por una u otra razón, a Mauricio Macri el manejo de los números le resulta natural y su visión de la economía surge como elemento relevante a la hora de afrontar el desafío de llegar a la Presidencia en tiempos en los que la actividad está estancada, los gastos crecen, los ingresos se achican y el déficit se multiplica. Y es por ello que sus colaboradores se apuran en alejar fantasmas y erradicar la asociación que desde el oficialismo y otras fuerzas políticas se hace del macrismo con el ajuste.

"Primero hay que crecer. No hay que caer en el error de que después del populismo irresponsable viene el ajuste ortodoxo, neoliberal. Este populismo termina en recesión. Y lo que se viene con Macri es la expansión de la economía y el empleo", señala Rogelio Frigerio, el titular del Banco Ciudad y uno de los principales asesores económicos del candidato de Cambiemos.

Frigerio tuvo a su cargo la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Legislatura porteña hasta que a fines de 2013 asumió la presidencia del banco. Lo primero que escuchó de Macri fue que se manejara con independencia y no le creyera a quienes piden en su nombre. "Con el debido control, confía en el criterio de la persona a la que le delega una responsabilidad", dice.

Nieto de quien fuera una figura clave del gobierno de Arturo Frondizi y cofundador del MID, Frigerio aporta la mirada más desarrollista de un equipo de economistas a los que consulta Macri y que, entre otros, integran el Ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti; el ex titular del Banco Central, Alfonso Prat Gay; y Miguel Braun, director ejecutivo de la Fundación Pensar que funciona como think tank del macrismo. Pero que también componen el diputado y ex titular del Ciudad, Federico Sturzenegger, y el director de la consultora M&S, Carlos Melconian, más ligados a una visión liberal de la economía de la que los estrategas de la campaña pretenden marcar hoy algo de distancia. "Mauricio está lejos de ser un liberal. Es más un industrialista que cree mucho en la economía real", dice un alto funcionario porteño, en una descripción que acerca a Macri a su tío Jorge Blanco Villegas, el fallecido ex titular de la UIA con quien tenía una relación estrecha, al punto que utilizó su estancia de Tandil para su casamiento con Juliana Awada.

Cuando asumió su primer mandato como jefe de Gobierno, el titular del PRO planteó como objetivos económicos ordenar la administración, mejorar la recaudación y resolver el problema financiero. Ocho años después, la gestión muestra resultados mixtos. Tal vez, su mayor logro sea el desarrollo de infraestructura para prevenir i-nundaciones, aunque la imposibilidad de cumplir con una ampliación mayor de la red de subtes surge como punto desfavorable. La administración es más ágil, pero el caso Fernando Niembro puso bajo la lupa las contrataciones sin licitación. Los ingresos aumentaron, pero también los egresos y el endeudamiento.

Para el desafío que tiene por delante, sus ejes serán la inversión, el comercio exterior, el desarrollo productivo y el tecnológico, para la exportación de servicios, incluso con facilidades fiscales. Macri considera que para crecer y mejorar los ingresos es necesario exportar mucho, aunque sean productos primarios, por lo que pretende dar fuerte apoyo a las economías regionales. Pero también que para que las ventas al exterior mejoren, hay que propiciar una fuerte llegada de inversiones en bienes de capital para activar a la industria y, sobre todo, en el sector energético, cuyo déficit genera restricción en la economía. Hacía allí planea direccionar la inversión que ingrese al país. Uno de sus principales asesores en este tema es el ex titular de Shell, Juan José Aranguren, que propone un acuerdo multisectorial para estimular la producción local, otorgar "luz gratis" para los más pobres y tarifa de mercado para el resto de la sociedad.

Macri se propone obtener una generación de divisas genuina y facilitar la actividad económica. Para ello, dicen sus asesores, dará señales inequívocas: respeto a las instituciones, independencia del BCRA y control legislativo del Indec, si concreta su aspiración de llegar a la Rosada. Sólo así tendrá la posibilidad de manejar la economía y vincularse con los números del país.

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