La Argentina, excluida de la "Patria Grande" económica

El informe anual de la CEPAL deja en evidencia el legado K. Mientras la mayoría de los países de la región confluyen en un camino de desarrollo que va más allá de sus ideologías, los indicadores económicos muestran a la Argentina, como a Venezuela, fuera del grupo de naciones exitosas. Crecimiento negativo, inflación y desempleo, los datos que desentonan.

Cuando en 1922 el escritor, diplomático y político argentino Manuel Ugarte acuñó el término "Patria Grande", lo hizo para referirse a una pertenencia común que lleve al desarrollo de las naciones de América latina. Reflotado por el bolivariano Hugo Chávez y su socialismo del siglo XXI, el concepto de unidad regional se popularizó entre muchos países de estas latitudes, incluido la Argentina.
Ya consumada la gran década de América latina -llamada así por el crecimiento de la región impulsada por la locomotora de los commodities en el último decenio- la idea de una integración política parece haberse diluido, dejando lugar a un rumbo común en materia económica.
Más allá de sus diferencias ideológicas, la mayoría de los gobiernos latinoamericanos confluye en un camino de desarrollo económico marcado por un conjunto de señales claras: baja inflación, disciplina fiscal y una estabilidad cambiaria que promueven las inversiones.
Sin embargo, la Argentina parece ir a contramano de casi todos sus vecinos y los principales indicadores la muestran excluida del grupo de naciones exitosas en materia económica. Junto a Venezuela, es el único país que no crecerá durante 2014, es el segundo con mayor suba de precios y uno de los que presenta una mayor tasa de desempleo.
Así lo deja en evidencia la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el organismo de la ONU, cuyo informe anual presentado la semana pasada es considerado uno de los diagnósticos más certeros y confiables del estado de salud de las economías de la región.
Los números son elocuentes. Según el estudio, ante un contexto internacional que muestra un leve repunte de los países desarrollados en detrimento de los emergentes, América latina alcanzó un modesto crecimiento del 1,1%. Sin embargo, de los 20 países de la región, sólo la Argentina (-0,2%) y Venezuela (-0,3%) presentan un Producto Bruto Interno (PBI) que no crecerá durante el 2014. "Se verifican diferencias importantes en los ritmos de crecimiento de los países. El bajo desempeño regional de 2014 obedece principalmente al escaso dinamismo, o a la contracción, de algunas de sus mayores economías como la Argentina, Venezuela y Brasil", analizan desde las oficinas de la Cepal, en Santiago de Chile.
En tanto, entre los países que más crecieron, algunos sorprenden y otros ya no tanto. Las economías que presentaron mayor crecimiento dentro de la región fueron Panamá y la República Dominicana, ambas con un 6%, seguidas por Bolivia, con un 5,2%, y por Colombia, que despedirá el año con un 4,8%.
"La Argentina ha optado por principios diferentes a aquellos en los que basan sus organizaciones económicas vecinos como Chile, Colombia, Perú, Paraguay, Uruguay o Brasil", dice en diálogo con 3Días el economista Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI. Y agrega: "Alta inflación, desaliento de la inversión, aislacionismo, sobrerregulación, desequilibrios fiscales, conflictividad interna e externa, son algunos de los factores que explican por qué tenemos los peores números de la región".
Cómo ya es costumbre, la suba de precios al consumidor es otro de los ítems en los que se destaca el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La inflación regional acumulada en 12 meses, a octubre de 2014, fue 9,4%, frente a un 7,6% registrado el año pasado durante el mismo período. Al respecto, la Cepal destaca que se observa una suba de precios generalizada en el promedio regional, pero que "contribuyen de manera importante la suba del índice de inflación oficial en la Argentina y la elevada tasa de Venezuela". En síntesis, incluso tomando las desacreditadas cifras del Indec, la Argentina es el segundo país con mayor inflación después de la nación bolivariana y triplica cómodamente el promedio regional.
Por su parte, Belén Olaiz, analista de la consultora Abeceb, señala que este año la Argentina "tuvo la peor combinación". "Es de los que peor se comportó en términos de crecimiento y también de los que peor se manejó en términos de inflación", sostiene.
En la misma línea, el politólogo y director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo Fraga, opina: "Ha sido un desempeño económico decepcionante en comparación con el resto de la región, que si bien se ha estancando o crecido menos, no enfrenta al mismo tiempo el fenómeno combinado de inflación con recesión".
Así las cosas, al menos desde los indicadores económicos, los caminos de los gobiernos de Cristina Kirchner y de Nicolás Maduro vuelven a juntarse y Fraga no duda en resaltarlo. "La comparación entre la Argentina y Venezuela es totalmente válida en términos de inflación, recesión y política cambiaria", dispara. Y agrega: "Los economistas argentinos que han vivido la experiencia venezolana sostienen que la Argentina ha tomado el mismo camino, sólo que se encuentra dos o tres pasos retrasado".

Empleo, bajo la lupa

En cuanto a una de las principales banderas del modelo kirchnerista, solo Colombia y Venezuela tienen tasas superiores al desempleo del 7,5% que informó el Indec para el tercer trimestre en el país.
Sin embargo, para muchos analistas que dudan de las cifras oficiales, el deterioro es todavía más profundo. "Según se desprende del Indec, en el tercer trimestre del 2014 la tasa de actividad (personas ocupadas más aquellas que buscan trabajo) fue del 44,7% de la población total, lo que representaría el más bajo guarismo desde 2003. Tal comportamiento no tiene antecedentes en la historia reciente argentina, y parece de dudosa credibilidad", advierten en un informe de Empiria Consultores. Y agregan: "Si se ajusta por la Población Económicamente Activa promedio entre 2006 y 2008 del Gran Buenos Aires, el desempleo llegaría a 10,6% en el total del país y así se situaría por encima de todos los países de la región".
De cualquier forma, de acuerdo a las cifras oficiales, la mayoría de los países de América latina registra un desempleo inferior al de la Argentina. Así, en México la tasa de desocupación alcanza al 4,8% mientras que en Paraguay como en Brasil llega al 5,5%. En tanto, en Perú es del 6%, en Bolivia llega al 6,3%, en Chile llega al 6,6% y en Uruguay al 6,8%. En el otro extremo, se sitúan Venezuela, con una desocupación del 8%, y Colombia, con 9,3%.
En cuanto al sector externo, en el año que se va, el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos de la región llegó a un 2,3% del PIB (frente a un 2,6% del PIB en 2013), con lo que se detuvo la tendencia al incremento del déficit que se había verificado durante los cuatro años anteriores, sostienen desde la Cepal.
"La Argentina exhibe los peores resultados de la región desde hace un lustro. Es consecuencia de problemas macroeconómicos internos, y deficiente política comercial externa. Alta presión tributaria, congestión regulatoria, inflación de costos, atraso cambiario, baja tasa de inversión, desaliento por políticas públicas restrictivas por un lado, y falta de apertura de mercados por el otro", enumera Elizondo.
Las cifras que aporta la consultora DNI reflejan que las ventas externas argentinas se recuperaron en 2010, pero sin alcanzar los datos de 2008, previos a la crisis financiera internacional. Y si bien en 2011 llegaron a un récord, desde ese momento iniciaron una baja que se consolidará en este 2014, ya que caen 10% y tendrán un nivel que será u$s 10.000 millones más bajo que en 2011. "Lo que esto produce es una pérdida de participación relativa de la Argentina en el comercio global", analiza el ex titular de la Fundación ExportAR.
Por otro lado, de acuerdo con las proyecciones de las cuentas fiscales de América latina, existe, en promedio, un leve deterioro del resultado fiscal en 2014. Así, el déficit primario de la región (anterior al pago de intereses de la deuda pública) ascendería a -0,8 puntos porcentuales del PIB y el balance global pasaría de un déficit del 2,4% del PIB, en 2013, a un déficit del 2,7% del PIB, en 2014, a nivel del gobierno central.
"El déficit fiscal es otra variable que deja a la Argentina muy mal parada. Vamos a cerrar el año con un déficit en torno a los 4,5% del PIB, uno de los más altos de la región", dice la economista de Abeceb. Y agrega: "La diferencia con el resto de nuestros vecinos es que muchos se dieron cuenta, durante la última década, de que había que hacer la tarea para crecer de forma sostenida. Y eso supone controlar la inflación y mantener un superávit fiscal".

Lo que viene

Ante un contexto externo menos favorable para la región en 2015 -si bien el precio de los commodities sigue alto desde una perspectiva histórica, está muy por debajo de los márgenes de 2011 o 2012- algunos países con gobiernos de centro-izquierda como Chile, Brasil o Uruguay, comienzan a tomar medidas de ajuste para adecuarse al nuevo escenario. Respecto a la actitud tomada por la Argentina, Fraga dice: "Lamentablemente, no es el caso del kirchnerismo, que sigue aumentando el gasto público por encima de la recaudación y opta por financiarlo mediante inflación y emisión".
Según las proyecciones de la Cepal, eso tendrá sus consecuencias para el país. De cara a 2015 se espera que la economía de la región crezca a un ritmo promedio del 2,2%, aunque la Argentina lo hará apenas al 1%, solo por encima de Venezuela (-1%). "Luego de una primera oleada de política económica más ortodoxa durante los principios de la última década, vino un boom de commodities que generó holguras que tentaron a gobiernos a irse de línea. Y ahora creo que los gobiernos reelectos como el de Brasil, el de Chile o Uruguay, van a impulsar correcciones en la política económica", concluye Olaiz.

Temas relacionados
Más noticias de Inflación
Noticias de tu interés